miércoles, 25 de diciembre de 2013

Gracias a los avances en la tecnología ahora ya se puede detectar con mayor precisión el cáncer de estómago incipiente.
 
Por: Ingrid Vásquez.
 
Diario La Primera.- Las lesiones premalignas del estómago en personas sanas, es difícil de detectar con la videoendoscopía convencional, señaló la Dra. Olivia Canales, gastroenteróloga del Instituto de Medicina Avanzada en Gastroenterología. Sin embargo, ya es posible detectarla gracias a la moderna Viodeoendoscopía Digestiva Alta con Magnificación Óptica y Cromoscopia Electrónica NBI, que permite observar las glándulas gástricas (microestructura) y los vasos sanguíneos superficiales de la mucosa del estómago (microvasculatura) y ver si estas presentan alguna alteración o irregularidad lo que hace posible diferenciar la mucosa normal de las lesiones premalignas (atrofia, metaplasia y displasia) y cáncer en estadio cero (cáncer incipiente).
 

Agregó que dicha tecnología hace posible tomar la biopsia (una muestra de tejido) del sitio preciso donde se observa la lesión y no al azar como se realiza muchas veces con la videoendoscopia convencional, por lo que el diagnóstico es exacto.

La Cromoscopía Electrónica NBI (Imagen de Banda angosta) es una tecnología que mediante el uso de filtros ópticos deja pasar una luz azul que al ser absorbida por la hemoglobina presente en los vasos sanguíneos superficiales de la mucosa hace que éstos adquieran un color marrón y con la ayuda de la Magnificación Óptica (que aumenta la imagen hasta en 115 veces sin alterar su calidad) se pueda observar la microestructura y microvasculatura del estómago y, por tanto, identificar más fácilmente la lesión y sus bordes.

La especialista destacó que la microestructura y microvasculatura no se pueden visualizar con una videoendoscopía convencional porque sólo tiene una magnificación estándar de 30 veces y no cuenta con cromoscopía electrónica, y por ello la biopsia muchas veces se hace al azar.

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