domingo, 22 de diciembre de 2013

La vigorexia es un trastorno que suele aparecer en la adolescencia, etapa donde se está más al tanto de la imagen personal y la aceptación social.
       
Suplemento Domingo.- Ahora que se acerca el verano es común ver cómo muchas personas buscan la forma de verse mejor físicamente. Descontentos con su aspecto, se enfrascan en una serie de ejercicios extenuantes y consumen una serie de suplementos nutricionales, algo que no tiene nada de malo siempre que se haga con la orientación de un profesional. Pero cuando el afán por lograr una figura ideal se transforma en una obsesión desmedida, que puede ser perjudicial para la salud, entonces hablamos de vigorexia.
 
“La vigorexia es una enfermedad de la salud mental que comprende una serie de síntomas obsesivos, como la distorsión de la imagen corporal, compulsiones, alteraciones de la conducta alimentaria y disfunción notoria de la vida personal, familiar y hasta laboral”, advierte Víctor Alcázar Mendoza, psiquiatra del Hospital Hermilio Valdizán.
 
El perfil de una persona que presenta este trastorno –explica el especialista– incluye una clara obsesión por un cuerpo musculoso, pero al extremo, ya que aunque ya lo haya conseguido, su visión está tan distorsionada, que frente al espejo sigue viéndose débil. Esto se asocia a una total baja autoestima, entrenamiento con dedicación compulsiva y casi exclusiva, dejando de lado otros asuntos y eventos de orden social, laboral y cultural. Hay una tendencia a la automedicación, dietas altas en proteínas, y en la mayoría de los casos la dieta va complementada con productos anabólicos y esteroides.
 
Por su parte, la nutricionista Jimena del Pozo, del portal Salud en Casa, sostiene que el exceso o sobrecarga de pesas en el gimnasio puede generar un efecto negativo en los huesos, tendones, músculos y las articulaciones, principalmente en los miembros inferiores, hasta con desgarros y esguinces. En cuanto a la alimentación, esta puede afectar también la salud, porque se consume una dieta muy elevada en proteínas para favorecer el desarrollo muscular, y esto tiende a generar problemas en los riñones a largo plazo y desórdenes metabólicos.
 
 “El uso desmedido de anabólicos producen muchos trastornos en el organismo, como masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides y retención de líquidos, entre otros", asegura la nutricionista del Pozo. 
 
Tenga en cuenta
 
Las personas que padecen vigorexia se perciben delgadas o imperfectas, excesivamente débiles, con una masa muscular insuficiente. Es más frecuente en varones que en mujeres.

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