martes, 21 de enero de 2014

 
 
Radio Nacional.- La visión borrosa, el dolor de cabeza, el lagrimeo de los ojos y la sensación de tensión ocular son los principales síntomas de los errores refractivos que afectan la atención y el rendimiento de los escolares, por lo que es importante aprovechar las vacaciones de los menores para descartar problemas visuales, recomendaron especialistas del Ministerio de Salud (MINSA).
 
Harvy Honorio Morales, coordinador de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Ocular y Prevención de la Ceguera del MINSA, indicó que molestias como la miopía e hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia son los más comunes entre los niños, y que deben ser descartados por un especialista con un examen de agudeza visual.

Estos problemas pueden corregirse con el uso de anteojos adecuados, sostuvo.

El médico indicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que de los 45 millones de personas afectadas por ceguera en el mundo, ocho millones se deben a errores refractivos no corregidos en la niñez.

Señaló que luego de la visita al oftalmólogo, este prescribirá una receta con la medida del error refractivo que será corregido con lentes que cumplan los requisitos de buena calidad, estilos y marcos de colores que le agraden a la niña o niño.

"Es muy importante la opinión de los menores en la selección de sus lentes porque son ellos quienes los usarán, y se debe asegurar la continuidad de su uso (adherencia a tratamiento corrector)", anotó.

Por su parte, Betty Campos Dávila, directora general del Instituto Nacional de Oftalmología (INO) del MINSA estimó que tres de cada 100 escolares del Nivel Primaria presentan visión subnormal debido a errores de refracción no corregidos.

La detección, el diagnóstico y el tratamiento son sencillos en la actualidad y lo más importante es que los padres o tutores conozcan la importancia de usar los lentes correctores en todas las actividades para evitar discapacidad visual y ceguera permanente.

La especialista exhortó a los padres de familia a llevar a sus hijos a una evaluación oftalmológica y medida de la vista cada año con un oftalmólogo a fin de encontrar la medida indicada; de no hacerlo se obtiene una medida inexacta.

/MRM/

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