Lima, ene. 20 (ANDINA). Una forma de reducir el daño que causan los rayos ultravioleta en la piel, además del uso del bloqueadores, es el consumo de vitamina C, que se encuentra en diversas frutas y verduras, dijo hoy la jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Nacional Dos de Mayo, Lucía Bobbio.
“Las personas suelen exponerse al sol en las playas, e, inclusive, utilizan bronceadores para tener un color más oscuro rápidamente. Si consumieran vitamina C en su dieta diaria, su piel estará más protegida y podrían evitarse un daño mayor”, manifestó.
Explicó que la forma natural de consumir esta vitamina es ingiriendo frutas, algunas muy comunes como la naranja, papaya, toronja, el melón, la fresa o limón y otras menos conocidas como el camu camu y el kiwi.
“Basta un vaso o sumo de estas frutas cada día”, dijo la especialista en dermatología.
Del mismo modo esta ingesta puede ser acompañada con diversas verduras como el pimiento rojo, el perejil, el brócoli, el tomate, la col de Bruselas, entre otros.
“Está comprobado que las verduras son un buen alimento para el organismo en general, pero de manera especial para la piel”, enfatizó.
Bobbio señaló que, a diferencia de otras vitaminas como la D, el ser humano es una de las pocas especies que no produce su propia vitamina C, por lo que es necesario su consumo.
Asimismo, anotó que las cremas y sueros preparados a base de esa vitamina pueden contribuir a la correcta humectación y protección de la piel.
La especialista sostuvo que las quemaduras, manchas y síntomas de envejecimiento, resultados de una piel sobreexpuesta a los rayos solares, pueden atenuarse si se ingiere esta vitamina diariamente, esencial para la producción de colágeno y por su efecto antioxidante.
“Las personas suelen exponerse al sol en las playas, e, inclusive, utilizan bronceadores para tener un color más oscuro rápidamente. Si consumieran vitamina C en su dieta diaria, su piel estará más protegida y podrían evitarse un daño mayor”, manifestó.
Explicó que la forma natural de consumir esta vitamina es ingiriendo frutas, algunas muy comunes como la naranja, papaya, toronja, el melón, la fresa o limón y otras menos conocidas como el camu camu y el kiwi.
“Basta un vaso o sumo de estas frutas cada día”, dijo la especialista en dermatología.
Del mismo modo esta ingesta puede ser acompañada con diversas verduras como el pimiento rojo, el perejil, el brócoli, el tomate, la col de Bruselas, entre otros.
“Está comprobado que las verduras son un buen alimento para el organismo en general, pero de manera especial para la piel”, enfatizó.
Bobbio señaló que, a diferencia de otras vitaminas como la D, el ser humano es una de las pocas especies que no produce su propia vitamina C, por lo que es necesario su consumo.
Asimismo, anotó que las cremas y sueros preparados a base de esa vitamina pueden contribuir a la correcta humectación y protección de la piel.
Finalmente, apuntó que el colágeno, en cuya producción interviene la vitamina C, atenúa las arrugas y asegura la uniformidad del tono de la piel y de la textura, previene el envejecimiento prematuro, evitando la deshidratación de la piel y ayudando a la desaparición de manchas en el rostro ocasionadas por los rayos solares.
(FIN) NDP/ART
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