jueves, 27 de febrero de 2014

El inicio de clases se acerca y las mamás no solo se empiezan a preocupar por las listas de útiles, sino también por las loncheras.

Publimetro.- Aunque muchos no le den la importancia que merece, la lonchera cumple una función indispensable: proporcionar la energía y los nutrientes que el niño necesita durante la jornada escolar. Es por eso que el contenido de la lonchera está directamente relacionado con el rendimiento físico e intelectual del estudiante.
 
Para que una lonchera sea considerada como nutritiva, saludable y equilibrada debe estar conformada por cuatro componentes importantes:
 
Componente #1 - Alimentos energéticos: como su nombre lo indica, son aquellos alimentos que proporcionan la energía necesaria para todas las actividades que realiza el niño durante el horario de clases. Son alimentos que aportan principalmente carbohidratos y grasas saludables. Algunos ejemplos son: panes y galletas integrales, cereales (trigo, quinua, kiwicha, avena, etc.), frutos secos (maní, pecanas, nueces, etc.), frutas deshidratadas, palta, aceitunas, entre otros.
 
Componente #2 - Alimentos formadores: son los alimentos implicados en el desarrollo y crecimiento del niño. Aportan principalmente proteínas. Algunos ejemplos son: leche, yogurt, queso, pollo, jamón de pavo, atún, huevo, etc.
 
Componente #3 - Alimentos reguladores: son aquellos alimentos relacionados con el correcto funcionamiento del organismo y con la protección frente a las enfermedades. Aportan vitaminas y minerales. En este grupo de alimentos se encuentran las frutas y vegetales.
 
Componente #4 - Hidratación: las bebidas siempre deben estar presentes en la lonchera, pues los niños pierden líquidos a lo largo del día, sobretodo en actividades que demandan esfuerzo físico, y con mayor razón ahora que es verano. Se recomienda incluir en la lonchera bebidas naturales como aguas de frutas, infusiones frías, limonada, chicha morada o agua pura. Lo ideal es no agregarles azúcar, o de lo contrario, añadir una mínima cantidad de la misma.
 
Algunas recomendaciones para tener en cuenta:
Si bien la lonchera cumple una función muy importante, ésta no debe reemplazar las comidas principales como el desayuno o el almuerzo. El niño debe tomar un desayuno balanceado antes de ir a clases, y almorzar regresando del colegio.
 
Lo ideal es conocer los gustos y preferencias del niño y mandarle alimentos sencillos, coloridos, variados y atractivos. La presentación es la clave para que el niño coma lo que se le manda.
 
Es recomendable hacer una lista con los alimentos que se van a incluir en las loncheras de la semana. Ir de compras con el niño permitirá que él mismo pueda elegir lo que quiere llevar al colegio y se sienta involucrado con la planificación de su lonchera.
 
Se debe evitar mandar alimentos con elevado contenido de azúcares, grasas, colorantes y sodio, como embutidos grasosos, galletas con relleno, pasteles, golosinas, frituras, snacks envasados, gaseosas, jugos de caja, entre otros.
 
La cantidad de alimentos que se deben incluir en la lonchera varía y depende de muchos factores como la edad del niño, la cantidad de actividad física que realiza, el horario de clases, etc. Lo importante no es que sea una lonchera abundante, sino que sea nutritiva y adecuada a las necesidades de su hijo.
 
Se debe tener en cuenta que la niñez es el periodo donde se adquieren los hábitos de alimentación saludable. Por lo tanto, la lonchera resulta una herramienta útil para que los niños aprendan a comer alimentos nutritivos y variados desde muy pequeños.

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