¿Se debe complementar la dieta con vitaminas?

Por: Alexandra Flores P. 

 

Diario El Popular.- Los padres se preguntan si con el ritmo de vida tan agitado de hoy en día la alimentación que le dan a sus hijos es la adecuada o puede mejorarse. 

 

En muchos casos recurren a suplementos y complementos vitamínicos con el fin de brindarles una buena nutrición. Sin embargo, estos no son iguales y deben ser recetados por un especialista. A continuación sepa para qué sirven y a quiénes va dirigido. 

 

SUPLEMENTOS

 

Los suplementos vitamínicos son un concentrado de vitaminas, minerales y otros elementos (en presentación de batido o polvo). Se dan a partir de los 3 a 12 años y reemplazan la alimentación deficiente del menor. 

 

“Se da en casos de niños con bajo peso, desnutrición, si son inapetentes o padecen una enfermedad que les impide alimentarse bien. No deben ser automedicados porque en vez de ayudar puede perjudicar su organismo”, alerta  la nutricionista Slovenia Ulloa. 

 

Su mala administración puede ocasionar desde la inadecuada absorción de nutrientes hasta obesidad en menores. El médico debe ser el encargado, según la edad y peso del menor, de brindar la dosis correcta. 

 

COMPLEMENTOS

 

Los complementos vitamínicos son dosis de zinc, hierro y vitaminas A,B,E Y K, etc. Suelen venir en presentación de pastillas que se dan a niños a partir de los cinco años y son para casos en que el menor carece de cierta vitamina que les impide su desarrollo pese a su buena alimentación. 

 

“Por ejemplo, a un niño de baja estatura se le brinda un complemento de zinc, a uno con anemia un complemento de hierro y a aquellos susceptibles a sufrir enfermedades respiratorias, un complemento de vitamina C”, dice Ulloa. 

 

Asimismo, se da para los niños y adolescentes que realizan deporte y tienen un mayor desgaste físico. 

 

Es vital que ambos recursos vitamínicos se receten bajo la supervisión de un nutricionista. 

 

CON QUÉ NO COMBINARLOS

 

Tantos los suplementos como los complementos vitamínicos no deben ser administrados con alimentos, lácteos o infusiones porque reducen su efectividad para absorver los nutrientes. La mejor hora de tomar los complementos es al mediodía.