domingo, 9 de marzo de 2014

Peligro. A propósito del deceso de la cantante de Corazón Serrano, entérese de este mal y sepa qué debe hacer si se nota algún síntoma.
       
Diario La República.- Imagine que tiene la oportunidad de reaccionar al instante de oír el estruendo de un balazo dirigido a usted. Lo más probable es que esté muerto a los segundos. Lo mismo ocurre con el aneurisma cerebral: la víctima muchas veces recién se entera del mal cuando empiezan los primeros efectos y el vaso que tiene en el cerebro revienta, generando una hemorragia interna.

Allí hay pocas probabilidades de sobrevivir. Fue lo que le ocurrió a Edita Guerrero, la cantante de Corazón Serrano, quien murió luego de sufrir la ruptura de un aneurisma cerebral el 1° de marzo.
 
"Quien tiene el aneurisma no presenta un síntoma. No es que una persona que tiene dolores de cabeza tiene un aneurisma. Cuando se encuentra un aneurisma que no se ha reventado ha sido por otros motivos como la búsqueda de un tumor. Generalmente, el aneurisma se le diagnostica recién cuando reventó", explica el neurocirujano de Essalud Miguel Vizcarra.
 
De acuerdo a Carlos Álvarez Peña, el también neurocirujano del Instituto del Cerebro y la Columna Vertebral, es un mal congénito que se presenta mayormente en mujeres a partir de los 40 años. "En realidad, cuando un aneurisma se revienta es un evento ¡catastrófico! porque mata o deja inválido al 80% de los que lo sufren".
 
Ambos profesionales coinciden en que el colapso del aneurisma se produce por fuertes cambios de presión sanguínea o, como explica Álvarez, cuando uno realiza actividades cotidianas como tener relaciones sexuales, mover un objeto pesado o el simple hecho de ejercer presión en el esfínter anal.
Para Vizcarra, el aumento de presión sanguínea se debe a la hipertensión que no distingue edad o cambios bruscos en el estado de ánimo. Asimismo, descarta que la ruptura del aneurisma pueda producirse por golpes externos.
 
Se experimenta un fuerte dolor de cabeza y vómitos. Finalmente se pierde la conciencia y se entra en estado de coma como en el caso de Edita Guerrero. "Solo un grupo de pacientes tiene la suerte de tener una hemorragia centinela: el sangrado es muy pequeño y en los próximos días viene la hemorragia grande, así sí puede prevenirla".
 
Cerrando 'la fuga'     
Una vez que el aneurisma ha reventado, se tendrá que realizar un tratamiento endovascular llamado embolización. Quiere decir que se introducirá al cuerpo un microcatéter desde uno de los vasos de la ingle hasta el aneurisma y se le va rellenando con materiales que impedirán futuras fugas.
 
Otra opción más invasiva es realizar una delicada intervención quirúrgica. Se perfora el cráneo y se retira el tejido cerebral hasta llegar al vaso dañado. Se coloca entonces un clip metálico en miniatura en la base del aneurisma para cortar el flujo de sangre. Sin embargo, el peligro no acaba, advierte el Dr. Álvarez.
 
Peligro constante     
"Ni bien se bloquea la fuga, se tiene que tratar la hemorragia porque puede ser que a partir del tercer día se dé un fenómeno llamado vasoespasmo, que es cuando las arterias comienzan a cerrarse hasta provocar un gran infarto y matar al paciente". Agregó que esto le debió suceder a Edita Guerrerro, quien aparentemente era una mujer sana que bordeaba los 30 años.
 
"Tuvo muerte cerebral y lo más probable es que o resangró o tuvo un vasoespasmo que la llevó a la muerte", estima Álvarez.
 
Otras complicaciones tardías, coinciden ambos médicos, son la hidrocefalia o que los nervios craneales se vean luego comprometidos. A tomar en cuenta, lector.
 
En cifras  
25 a 60 años es la edad en la que se registra la mayoría de casos.
 
20% de los que presentan un aneurisma desarrollarán otros a lo largo de su vida.
 
1 tercio de los que sufren un aneurisma morirán antes de llegar al hospital.

0 comentarios:

Publicar un comentario