miércoles, 9 de julio de 2014

El aporte de vitaminas A, C y minerales aumenta las defensas de los niños, lo que resulta fundamental para prevenir diversas enfermedades respiratorias en invierno.
Diario La República.- En la capital y en muchas ciudades del país ya se empieza a sentir realmente el frío del invierno, una estación que trae consigo enfermedades respiratorias que se han vuelto muy comunes en los niños. Por fortuna, la naturaleza nos proporciona alimentos de temporada que cuentan con las vitaminas, minerales y antioxidantes que requerimos para prevenir y combatir estos males tan propios de estas fechas.

La doctora Neliza Zúñiga, nutricionista de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), nos indica que los pequeños de la casa deben consumir alimentos con mayor contenido calórico, ya que permiten acumular energía para mantener el calor corporal; además de frutas que contengan vitaminas A, C y verduras, dado que sus nutrientes mejoran nuestras defensas.
“La vitamina C es uno de los nutrientes más implicados en la función inmunológica. Actúa sobre el sistema inmune ayudando a las células a defenderse. Las frutas y verduras son ricas en esta vitamina, especialmente los cítricos como las naranjas, los limones, las mandarinas, etc. También tienen un alto contenido en vitamina C los kiwis, las espinacas o los pimientos”, afirma la especialista.
También es importante la vitamina A, porque protege la piel y las mucosas de las posibles infecciones. Al igual que la vitamina C también es antioxidante, por lo que refuerza el sistema inmunológico y ayuda a prevenir los resfriados. Contienen esta vitamina las zanahorias, la papaya, la calabaza, los huevos, el hígado, etc.
Los minerales van a estar presentes en la dieta invernal sin problemas, siempre que incluyamos legumbres, verduras y frutos secos dentro de una dieta equilibrada. Recuerde que la carne es una de las mejores fuentes de hierro.
Por otra parte, Zúñiga indica que las verduras de temporada (acelga, zanahorias, espinacas, etc.) son ricas en folatos y fibra, lo que aporta beta-carotenos (el color naranja está enmascarado en estas verduras por el pigmento clorofila). Al igual que en el resto de verduras, las hojas más externas son las más vitaminadas. El betacaroteno o provitamina-A no se destruye con el calor, por lo que esta sustancia no se ve disminuida con la cocción de los alimentos. Con un consumo abundante de estas verduras mejoraremos el estado de la mucosa bronquial y aliviaremos la tos. 
El agua debe de estar siempre presente en la alimentación en esta época. Si su niño está resfriado, con tos o hace fiebre, este incrementa sus necesidades, y por lo tanto debemos ofrecerle mayor cantidad de líquidos.
Gran parte de la salud pasa por la nutrición, y en invierno, con el frío, los días sin luz y la rutina escolar, es especialmente importante cuidarla para que los pequeños disfruten llenos de energía y crezcan saludablemente.

Tenga en cuenta

Vitaminas. La C es uno de los nutrientes más implicados en la función inmunológica. La A protege la piel y las mucosas de las posibles infecciones. La D mantiene la cantidad adecuada de calcio y fósforo en la sangre.
Minerales. El hierro interviene en el buen funcionamiento de la respiración, estimulando la inmunidad y la resistencia física. Consuma carne o pescado una vez al día y legumbres. Incluya magnesio en la dieta. 

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