lunes, 28 de julio de 2014

Realidad. El 80% de infectados de hepatitis B y C desarrolla una afección crónica e incluso cirrosis y cáncer, pues es un mal que no avisa. Hoy es el día mundial contra esta enfermedad.
Alonso Marín J.
Diario La República.- Las celebraciones por un año más de la independencia del Perú no deberían dejar de lado la conmemoración del Día Mundial Contra la Hepatitis, una enfermedad endémica en el país que genera mucha preocupación en las autoridades debido a las miles de muertes que registra al año. También se debería reflexionar hoy sobre esta enfermedad que sin un adecuado tratamiento, puede desarrollar cirrosis o incluso cáncer de hígado.

Lo más alarmante son las estadísticas. Las consecuencias de este mal revelan que por cada 100 mil habitantes en Perú, 11 mueren por cirrosis hepática y 1 por cáncer al hígado. 
Y en el caso de los tipos B y C, el 80% de los infectados desarrolla una afección crónica.
Si bien existen muchos tipos, la hepatitis B es la más difícil de tratar. Existen alrededor de 560 mil portadores crónicos de este mal en el Perú, quienes tienen una alta probabilidad de desarrollar cirrosis o cáncer al hígado eventualmente. Y en el caso de esta última enfermedad, se ha registrado que el 80% de los casos reportados ha sido provocado por una hepatitis B.

Enfermedad silenciosa
“Es muy preocupante saber que el 7% de las muertes registradas en el país corresponden a enfermedades hepáticas relacionadas con infecciones por hepatitis B”, advierte el doctor Alex Jaymez, médico de la Clínica Internacional.
El especialista sostiene que existen muchas formas de transmisión, en especial por contacto con fluidos contaminados, como la sangre. 
Además, usted puede tener esta enfermedad sin saberlo. En la mayoría de los casos no se detectan síntomas evidentes para una detección temprana. “La gente vincula este mal con tener ictericia (coloración amarillenta de la piel), náuseas o fiebre alta, pero estos síntomas se presentan en una hepatitis aguda, que solo representa un 25% de los casos”, afirma el jefe de la Unidad de Hígado del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud, Jorge Ferrándiz.
Añade que en el Perú existen lugares en los que se debe tener cuidado por la alta incidencia de contagio. Esta aumenta de manera considerable en zonas endémicas como la cuenca amazónica (Loreto, Madre de Dios) y la sierra sur y centro (Pasco, Cusco y Ayacucho).
Los más propensos a un posible contagio son las personas promiscuas, los drogadictos endovenosos e incluso el propio personal de salud que sufra accidentes con instrumentos quirúrgicos punzocortantes y tengan contacto con fluidos contaminados.
Hepatitis C en aumento
En el caso de la hepatitis causada por el virus C, la preocupación comienza a crecer en los establecimientos de salud poco a poco. Se estima que existen alrededor de 450 mil personas infectadas en el Perú, quienes pueden llegar a desencadenar cirrosis y cáncer de hígado, al igual que en el caso de la hepatitis B.
Su transmisión es común a través de transfusiones de sangre, drogadictos endovenosos, pacientes en hemodiálisis, por vía sexual, transmisión de madre a hijo e incluso por trasplante de órganos.
Al igual que en la hepatitis B, no existen síntomas evidentes, por lo que se recomienda tener chequeos médicos constantes.
Tanto la hepatitis del virus B como la del C son enfermedades con graves secuelas de no ser tratadas a tiempo. Y no tienen una cura identificada.
Por ello la recomendación que ofrecen los especialistas es que los pacientes tengan un seguimiento clínico y también de laboratorio. De esta forma se podrá evaluar la posibilidad de que entre en cronicidad, en cuyo caso el afectado podría recibir terapia con inmunoglobulinas.
Buscan solución
La hepatitis A es la más común, pero también la que menos problemas genera en el país. No hay serias consecuencias a largo plazo y se han detectado pocos casos graves de este mal. El tratamiento es sintomático, por lo que se debe aliviar la fiebre y el malestar general con medicamentos recetados.
Además, si usted sufre esta enfermedad tendrá inmunidad de por vida. “Nunca más la desarrollará de nuevo, pero sí pueden contraer otro tipo de hepatitis”, advierte el especialista Jaymez. También señala que los tratamientos son muy distintos entre cada tipo de hepatitis debido a la complejidad que tiene cada uno.
Estas problemáticas cifras hicieron que el Estado apruebe en el 2011 una norma técnica para prevenir y controlar la transmisión del virus de la hepatitis, a fin de que todas las personas que tengan esta infección puedan ser atendidas.
De igual forma, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el programa mundial contra la hepatitis, que tiene como objetivo reducir su tasa de mortalidad, mejorar la atención de los hospitales y reducir el impacto socioeconómico que genera en las personas y en los países en los que la hepatitis es endémica (propia de la zona), como es el caso del Perú.

La hepatitis, una enfermedad propia del Perú

En el Perú existen lugares en los que se debe tener cuidado con el contagio debido a la alta prevalencia de la enfermedad. Las zonas más vulnerables son la cuenca amazónica (Loreto, Madre de Dios) y la sierra sur y centro (Pasco, Cusco y Ayacucho).
Existen 3 patrones de progresión de la hepatitis hasta desarrollar cirrosis o cáncer de hígado. El patrón de progresión rápida, en el que puede generar el mal hasta en menos de 5 años. El patrón intermedio, que la genera en 10 años y el lento, en el que puede demorar más de 10 años.
Para la hepatitis B existe una vacuna preventiva que debe aplicarse en 3 dosis. En el caso de los bebés, debe ser aplicada entre las primeras 12 horas de nacidos.

El Estado aprobó en el 2011 una norma técnica para prevenir y controlar la transmisión del virus de la hepatitis B, a fin de que todas las personas con esta enfermedad puedan ser atendidas.

Tenga en cuenta

El 75% de los infectados con hepatitis B no presenta síntoma alguno.
Usted puede vivir con el virus de las hepatitis B y C por muchos años sin darse cuenta, pero solo hasta que el mal se activa.
No existe cura para estos dos tipos de enfermedades. Solo tratamientos para inactivar el mal.

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