martes, 15 de julio de 2014


Esta práctica tan común en hombres y mujeres, conlleva riesgos severos incluso en pastillas que nos son familiares, como las aspirinas o algunas vitaminas.

Salud en Casa.- Muchos de nosotros en esta época del año, al presentar un resfriado o dolor de cabeza nos dirigimos a una farmacia  a comprar un analgésico o una pastilla, pasando por encima de la consulta de un médico, sin saber que podríamos ocasionarnos un problema mayor de salud y gastar más por algo que supuestamente nos sanará, manifestó la Dra. Pamela Castro Zaragoza, médico general del Portal Salud en Casa.


“Existen muchas razones para la auto medicación, uno de ellos es el desconocimiento de las consecuencias que puede ocasiona la presión de grupo de nuestros propios familiares que nos ofrecen una alternativa para la solución de nuestros problemas de salud  basados en su propia experiencia, la falta de recursos económicos para acudir por atención médica, o por comodidad de no hacer colas largas, entre otras”, precisó.

Según la especialista, esta práctica es un problema relacionado a una serie de complicaciones tales como el enmascaramiento de la enfermedad, aparición de efectos adversos, propensión o resistencia a los medicamentos empleados, facilitar el contagio y fomento de la drogodependencia, por lo cual es necesario conocer que tan serio es este problema.

Riesgos que se exponen por auto medicarse

Para Pamela Castro, esta práctica tan común en hombres y mujeres, conlleva riesgos severos incluso en pastillas que nos son familiares, como las aspirinas o algunas vitaminas, porque cada persona es diferente y puede manifestar una reacción propia al medicamento. “Todos los medicamentos son peligrosos en la automedicación. Por ejemplo, la vitamina A en exceso produce daño tanto a mujeres embarazadas como a los pacientes comunes”, indicó.

“Hasta una simple aspirina está contraindicada para las personas que suelen hacer hemorragias o padecen de úlcera gástrica, y los componentes de este medicamento le potencia estas patologías. Por eso, se recomienda no tomar ningún fármaco por iniciativa propia, lo cual resulta altamente peligroso, especialmente en las personas de edad, las embarazadas y los niños.

En el invierno, se incrementan las enfermedades respiratorias, y  es donde más personas acuden a las farmacias o boticas para calmar sus síntomas como tos, congestión nasal, fiebre, malestar general, etc. “Probablemente la persona que vende en las boticas o farmacias le den medicamentos que supuestamente calmen los síntomas, pero que no van a atacar las causas, ya que no fueron evaluados por un médico, por lo que es muy probable que no se curen y puedan complicar su situación como por ejemplo con neumonías, que pueden tener consecuencias fatales”.


Los medicamentos contribuyen a mejorar la esperanza de vida y a aumentar la calidad de vida de la población, pero a veces surgen problemas sobre la efectividad y la seguridad de los mismos debido a la automedicación. El uso correcto de los medicamentos, cuando la situación clínica realmente lo amerite, busca que ello sea con el menor riesgo posible”, agregó.

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