sábado, 4 de octubre de 2014

Diario Trome.- ¿Sospechas de la drogadicción de uno de tus seres más queridos? Nunca es tarde para intervenir. Esta lista podría ayudarte a detectar este problema.


1. Percibes que de un tiempo a otro existe un cambio drástico en su personalidad. Además, reniega con más frecuencia de lo normal, tiende a estar de mal humor y se muestra susceptible ante cualquier comentario.
2. Aparenta tener un cuadro de depresión, ya que tiende a encerrarse y aislarse de las personas que más quiere. Las actividades que antes le divertían han dejado de interesarle. Además, se muestra poco involucrado con su trabajo o centro de estudios.
3. Sufre de narcisismo y se ha vuelto un ser humano muy egocentrista. Esa nueva faceta egoísta impresiona a quienes lo conocen, porque de un momento a otro, no le interesa compartir. Además, tiene delirios de grandeza y superioridad.
4. Ha cambiado por completo su forma de vestir, e incluso, de caminar. Parece que su identidad hubiera sido suplantada por la de otra persona. Su nuevo grupo de amistades es completamente diferente al anterior, y probablemente, propicie sus adicciones.
5. Tiene la necesidad de salir a discotecas o a bares con más frecuencia de lo normal, y en caso de no hacerlo, presenta un cuadro de desesperación y ansiedad. Consume bebidas alcohólicas en exceso, y por varias horas, sin mostrar ningún tipo de fatiga o cansancio.
6. Cuando lo ves en alguna fiesta, te das cuenta de que hace algunas muecas y presenta toda clase de tics. Puede que su mirada sea más fija de lo normal y que sus pupilas estén dilatadas. Además, tiende a morderse los labios, apretar los dientes y limpiarse la nariz.
7. Aparenta severos problemas de alimentación, debido a que ha perdido mucho peso y de manera muy repentina. Su aspecto es pálido y su mirada está extraviada. Parece estar enfermo y fatigado, aunque por momentos se comporte de manera hiperactiva.
8. La promiscuidad es un tema muy latente y peligroso. Puede acostarse con casi cualquier persona, con tal de conseguir sexo de manera rápida. Incluso, puede hacerlo sin protección. Se ha vuelto un hedonista, prioriza el placer por sobre todas las cosas.
9. Tiene reacciones violentas y desproporcionadas, y ya se ha involucrado en más de una pelea, propinando golpes. Cuando está molesto, tiende a amenazar a otras personas, y rompe todos los objetos que encuentre a la mano, sin importarle su valor.
10. Por momentos, aparenta tener una autoestima muy baja. Se refiere a sí mismo como una mala persona, y no duda en repetir que se odia. Pese a eso, y por sus cambios en el humor, puede volver a presentar aires de superioridad y negar todos sus defectos.
11. Repite constantemente que sabe lo que está haciendo, y que no necesita ningún tipo de ayuda. No quiere que nadie se meta con su vida y sus propias decisiones. Se rehúsa a asistir a cualquier tipo de terapia psicológica, porque cree que puede controlarlo.
12. Miente con bastante frecuencia, al punto de la mitomanía. Puede negar una situación o acción que acaba de suceder, a vista y paciencia de todo el mundo, y mantenerse muy seguro de sus mentiras. Ha dejado de comportarse como una persona confiable.
13. Ha empezado a tener problemas económicos sin razón aparente, por lo que siempre pide que le presten dinero. Le debe plata a sus padres, amigos y probablemente, al banco. En casos extremos, roba a sus seres queridos para poder consumir drogas.

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