domingo, 14 de diciembre de 2014

Por: Mariela Celis
 
Diario Trome.- Mientras las personas son capaces de tolerar los destellos que provocan los fuegos artificiales, los perros no. Para ellos es casi imposible soportar los ruidos ensordecedores que ocasionan estos artefactos y se debe a la alta sensibilidad que poseen ante estímulos sonoros. Para mitigar el sufrimiento de su animalito, anticípese y planifique.

El 24 de diciembre lleve a pasear a su can y que haga mucho ejercicio durante el día. Estar cansado le ayudará a disminuir sus niveles de ansiedad.
 
Luego, elija un lugar seguro de la casa donde se escuche menos el ruido de la calle. Ahí coloque la cama, algo de comida y los juguetes favoritos. Será un refugio para él cuando tenga sueño.
 
Durante la noche, interactúe con el perro con ejercicios simples que lo distraigan de los sonidos externos. Evite cargarlo diciendo ‘pobrecito’ porque solo reforzará su miedo.
 
También ponga atención a la puerta principal. Muchos canes, al escuchar un detonante, huyen despavoridos de la casa y se pierden. Tampoco lo amarre, porque algunos animales acaban ahorcándose en su intento por escapar.
 
Solo ayúdelo a superar el miedo, acompañándolo y mostrando serenidad ante él. Conforme pasen las horas, su perrito recobrará la orientación y el temperamento de siempre.

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