martes, 20 de enero de 2015

 Diario Ojo.- El último trimestre del embarazo es mágico pero también es de especial cuidado si se cruza con los meses más calurosos del año. Eva Obregón, ginecóloga de la Clínica San Pablo, explica que la temperatura de una mujer durante el embarazo aumenta hasta en dos grados. En una situación extrema, exponerse por muchas horas al sol podría provocar deshidratación y descompensación, además de algunos daños a la piel. 

 
“Como la piel se vuelve más delgada en algunas áreas es necesario que la embarazada use un mayor factor de protector solar”, advierte.

Recuerde beber por lo menos dos litros y medio de agua al día, y trate de ponerse ropa holgada que no le haga sudar. 
 
En cuanto a la posibilidad de ir a la playa o alguna piscina para refrescarse, la doctora dice: “se puede ir a la playa, pero por poco tiempo, para evitar contraer una infección vaginal. Se puede nadar pero no bucear, para que no se sienta una presión en la barriga. Es importante ducharse y ponerse ropa seca apenas se sale del agua”.

Si siente que tiene una infección, consulte con el médico que está siguiendo su embarazo. Por lo demás, si no hay ninguna amenaza de aborto, puede seguir haciendo ejercicios o disfrutando del sol con moderación. Piense en que las molestias, muy pronto, tendrán su recompensa.

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