viernes, 27 de marzo de 2015

El Imparcial.- Un suicida solo piensa en sí mismo y, en general, no tiene una intención de ocasionar una destrucción como la causada por Andreas Lubitz, el copiloto que presuntamente estrelló de forma deliberada el avión de Germanwings, ocasionando la muerte de otras 149 personas, han comentado a Efe psiquiatras y psicólogos.

"Para el suicida solo existe él", según el catedrático emérito de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid Francisco Alonso Fernández, quien señala que la hipótesis de este caso es la de un enfermo depresivo centrado en pensamientos suicidas. "Mató a 149 personas sin pretender hacerlo", aventura Alonso.

Similar opinión tiene el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), Antonio Cano, quien afirma: "Generalmente el suicida no intenta acabar con 149 vidas más, muchas veces es una persona que no quiere hacer daño, ni siquiera a los que tiene a su alrededor". Cano asegura que el suicida "intenta quitarse de en medio".

Por su parte, el psiquiatra y profesor de Psicopatología en la Universidad Complutense de MadridJavier de las Heras dice que muchas veces, cuando alguien está deprimido, "puede no pensar en las consecuencias para otros" de sus actos. "Esa persona puede no considerar el mal que puede provocar a los demás, incluso considerar que la muerte no es tan mala ni para él ni para nadie", apunta.

Lubitz, de 27 años, tenía una baja médica por enfermedad vigente para el día de la catástrofe, que había roto y ocultado a la empresa, según ha informado hoy la fiscalía de Düsseldorf (Alemania).

Además, ha trascendido que el copiloto había interrumpido durante unos meses, en 2009, su formación y se había especulado sobre una posible depresión; y el diario "Bild" asegura que había sufrido "episodios de profunda depresión" y que atravesaba una crisis de pareja.

Preguntados los expertos por la relación entre depresión y suicidio, coinciden en señalar que un cuadro depresivo es el trastorno que más favorece la decisión de acabar con la vida de uno mismo.

De las Heras, que ha querido dejar claro que no todas las personas depresivas se suicidan, ha comentado que en un momento dado el suicido tiene un "carácter impulsivo" porque "de repente" ve la oportunidad de poner fin a su vida.

Incluso, este copiloto pudo haberse levantado por la mañana sin saber "cómo iba a acabar el día", sostiene.

En el mismo sentido, Cano subraya que, además de la depresión, la impulsividad puede favorecer esa tendencia, ya que buscan una solución inmediata a su sufrimiento.

Alonso matiza que la tendencia suicida se incrementa en las personas jóvenes por tener precisamente un mayor índice de impulsividad e insiste en que el 85 % de las depresiones no tienen relación con el suicidio.

Una crisis sentimental también puede propiciar la activación de factores depresivos, según este psiquiatra, que recuerda que hay que pasar un duelo cuando un ser querido muere pero también cuando se rompe con la pareja.

De las Heras considera, asimismo, que una persona con depresión puede trabajar pero solo en función del nivel de gravedad de su enfermedad.

Depende del tipo de trabajo, porque el propio tratamiento médico disminuye los reflejos y en el caso de un copiloto, estos son fundamentales, añade.

Preguntados los expertos sobre si un suicida da a conocer sus intenciones, Alonso recuerda que hasta hace unos cuarenta años se decía erróneamente que la persona que avisa no se suicida, cuando es al revés.

"El suicida generalmente avisa, directa o indirectamente, emite señales que pueden ser captadas por los demás", resalta.

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