miércoles, 6 de mayo de 2015

Por: Jackelyn Friedman 
Publimetro.pe.- Aunque la "ortorexia" aún no ha sido clasificada como un diagnóstico clínico por la  Asociación Americana de Psiquiatría, muchas personas viven con los síntomas asociados a esta condición psicológica.

La ortorexia se caracteriza por una obsesión anormal a la comida saludable. Este trastorno empieza por un interés en consumir comida saludable, y se va agravando cuando la persona se enfoca demasiado en la cantidad, calidad y pureza de la comida que consume. Prefieren alimentos naturales y evitan consumir todos aquellos que tengan conservantes, colorantes, azúcar, productos artificiales, etc.
Los ortoréxicos viven una lucha constante por elegir el tipo de alimento correcto, ayunar y realizar una cantidad excesiva de ejercicios. Muchas veces gozan de buena autoestima y se sienten superiores a los demás, especialmente por la calidad de su dieta.
Sin embargo, la dieta de los ortoréxicos llega a ser tan restrictiva, que lo que al principio era una obsesión por mantenerse saludable a través de la alimentación, se puede convertir en algo peligroso. El hecho de que los ortoréxicos se preocupen tanto por la calidad y cantidad de alimentos que consumen puede desencadenar graves deficiencias nutricionales y desnutrición. Asimismo, este trastorno puede traer consecuencias psicológicas, como aislamiento social, pues los ortoréxicos planean su vida en torno a la alimentación y dejan de hacer ciertas actividades por esta razón.
La ortorexia se puede desencadenar por el interés a estar saludable o evitar enfermedades, por mejorar la autoestima, por querer estar delgado o por buscar espiritualidad a través de la comida.
Si uno cree tener una obsesión con la alimentación saludable y evita consumir ciertos alimentos, si pasa la mayor parte del día pensando en alimentos o en qué consumir y qué no, si la alimentación está controlando su vida al punto de evitar situaciones sociales o aislarlo, entonces se debe buscar ayuda.
La ortorexia debe ser tratada por un equipo multidisciplinario que puede incluir nutricionistas, psicólogos, psiquiatras y médicos. Lo importante es evitar que este trastorno psicológico dañe la salud física y mental de la persona.
Si bien es cierto que uno debe preocuparse por su alimentación y por saber elegir los alimentos que uno va a consumir para gozar de buena salud, la obsesión por alimentarse de manera saludable puede traer graves consecuencias. Ningún extremo es bueno.

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