sábado, 25 de julio de 2015

§  Las enfermedades hepáticas en general pasaron del puesto 13 como causa de muerte en 1987, al sexto lugar en los últimos años.

§  El número de infectados con Hepatitis C se habría incrementado según reporte de bancos de sangre de los últimos tres años.

§  La hepatitis C puede progresar desde la enfermedad crónica sin cirrosis hasta con cirrosis y luego al cáncer.

 

Salud en Casa.- Si bien la vacunación contra la hepatitis B en las zonas del país que presentan mayores casos ha tenido un impacto positivo, seguimos afrontando el problema de la cobertura de atención a los pacientes que tienen esta enfermedad a nivel nacional, pero también debemos alertar que según datos de Bancos de sangre registrados en diversas regiones, los casos de hepatitis C se habrían incrementado.


Así lo señaló la doctora Adelina Lozano, jefa de la Unidad de Hígado del Hospital Arzobispo Loayza, 
“Aunque no hay estudios poblacionales de hepatitis C, observamos que existe información de las diferentes regiones del país, con datos obtenidos en donantes de Bancos de sangre, donde se registra un incremento de casos de hepatitis C y en la selva habría mayor número de casos, por lo que es necesario investigar y afrontar el problema”, precisó.


Con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis, que se conmemora este 28 de julio, afirmó que el principal problema de las enfermedades hepáticas como la hepatitis C, es que no presentan síntomas, es silenciosa, a veces pueden pasar 20 años y no se manifiesta, por lo que la detección precoz es especialmente importante.

En el hospital Loayza, por ejemplo, tenemos a 45 pacientes identificados con hepatitis C, pero la mayoría ya tienen enfermedad avanzada, muchos con cirrosis descompensada y para ellos la única alternativa es el trasplante de hígado”.

Para avanzar en el diagnóstico precoz propuso que los médicos tengan en cuenta la posibilidad de hepatitis C, y soliciten exámenes de transaminasas como parte de la rutina cuando se hacen análisis de colesterol, triglicéridos y hemoglobina. “Si las transaminasas aparecen elevadas, es un signo de esta enfermedad a tomar en cuenta. Además, no son análisis costosos”, refirió.
Otro aspecto que subrayó fue la falta de conciencia de muchos pacientes con hepatitis C ya diagnosticada en Banco de sangre, a quienes se pide asistan al hospital para brindarles asesoría sobre su enfermedad, pero que no atienden estos llamados y como todavía no presentan síntomas del mal, creen que están sanos.
Cirrosis y cáncer hepático
La hepatitis C puede progresar desde la enfermedad crónica sin cirrosis hasta con cirrosis y luego al cáncer. “Muchas veces el paciente llega cuando ya tiene complicaciones como várices sangrantes en el esófago, con líquido en la cavidad abdominal, pero otros síntomas inespecíficos son  malestar general, decaimiento, sueño y fatiga, que la gente atribuye a que estudia y trabaja, al estrés, a los problemas laborales o familiares.
Esquemas de tratamiento
Respecto al tratamiento de la hepatitis C, expresó que además del esquema tradicional, actualmente existen medicamentos modernos que acortan los períodos de tratamiento a menos de un año, con tasas de curación que llegan hasta el 95%, y con menores efectos adversos, esa es una ventaja que tenemos para combatir la enfermedad.  
La hepatitis C es una infección viral del hígado, que se asocia a una infección crónica y persistente. Constituye una importante causa de muerte prematura.  La Organización Mundial de la Salud (OMS) pide acción inmediata para la prevención y el control de las hepatitis virales a nivel mundial.

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