martes, 25 de agosto de 2015

Por: Milagros Laura
Diario Trome.- Es humano que queramos siempre la pareja ideal para nuestros hijos e hijas adolescentes, ¿pero qué pasa cuando el susodicho no nos gusta y sospechamos que en lugar de hacerle un bien le hará un mal a la niña de nuestros ojos? 


El psicólogo Christian Martínez aconseja que antes de criticar, descalificar o rechazar al enamorado de tu hija, intentes conocerlo.

Comparte momentos con ambos, y en un ambiente de confianza pregúntale al joven sus gustos, pasatiempos, metas, etc. Eso te dará un idea de cuáles son sus objetivos en la vida.
Si luego de conocerlo, sigue sin agradarte, habla con tu engreída y cuéntale tu opinión. Hazle saber que respetas su decisión, pero pídele que ella también respete las reglas del hogar, como llegar temprano a casa y cumplir las responsabilidades. “Oponerse rotundamente a la relación, solo provoca rebeldía y alejamiento. Es mejor conversar con los hijos, negociar los permisos, mantener la confianza con ellos y acompañarlos siempre”, explica.
Y LA FAMILIA…
Una alternativa para manejar esta situación es conocer a la familia del susodicho. “Es conveniente que los padres de ambos enamorados puedan transmitir las mismas ideas, permisos y correcciones ante la conducta de los adolescentes. Así podrán evitar confusión, malestar y discusiones”, aconseja el psicólogo.

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