domingo, 27 de diciembre de 2015

Diario El Popular.-La llegada del verano y las vacaciones invita a los más pequeños de la casa a pasar muchas horas al aire libre. Muchos papás son conscientes de los daños que puede causar el sol a su piel pero olvidan los efectos nocivos que afectarán sus ojos. 
 
Todas las personas, independientemente de la edad, debemos proteger nuestros ojos de la radiación solar, pero hay que prestar especial atención a los niños, ya que sus ojos no están completamente desarrollados y son más vulnerables a la exposición de los rayos ultravioleta.
 
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre las 10:00 am y las 2:00 pm se recibe el 60% de la exposición a la radiación ultravioleta diaria y, por eso, en verano los niños deberían salir a la calle con gorros, visera o gafas de sol.
 
Un 87% de la población no es consciente de que una sobreexposición a la radiación UV puede provocar daños en la vista o, incluso, causar enfermedades oculares como catarata, glaucoma o conjuntivitis, entre otras.
 
Según la Dra. Verónica Talavera, directora ejecutiva de la  entre los daños permanentes que puede producir figuran la queratitis, que son quemaduras solares que se pueden dar en niños y se manifiesta con dolor, fotofobia y enrojecimiento de los ojos.
 
LOS PEQUEÑOS SON VULNERABLES
 
El ojo del niño resulta más vulnerable a diferencia que el del adulto por las siguientes razones:
 
• Antes del primer año de vida, el cristalino, que ejerce de filtro, deja pasar a la retina el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, la pupila permanece más dilatada que la de los adultos, la pigmentación del ojo, que actúa como barrera protectora, se va oscureciendo con el paso del tiempo. De ahí que los niños, especialmente los rubios y de ojos claros, resulten más vulnerables que los adultos. Si bien el uso de gafas se ha masificado entre los adultos, aún en niños la protección es insuficiente.
 
CUIDADO CON LOS LENTES DE SOL
 
Cuidado con los lentes que se compra para nuestros hijos. La capacidad de protección de los lentes solares no depende de la mayor o menor oscuridad del cristal, lo importante es que tengan un filtro protector frente a los rayos UVA y UVB de un 100%. 
 
Esta es una de las razones por las que en ningún caso se deben adquirir las típicas gafas de juguete o comprar imitaciones que no estén acreditadamente comprobadas. Es fundamental que los lentes solares infantiles cuenten con el 100% de protección UV  igual que el de los adultos.
 
“Las gafas de sol de juguete no bloquean la radiación ultravioleta, ofreciendo, por lo tanto, una falsa sensación de seguridad”, indica la doctora. Incluso, al dilatarse la pupila, contribuyen a que las radiaciones nocivas penetren aún más en el interior del ojo.   
 
La consecuencia, según los expertos, casi el 50% de la radiación ultravioleta a la que nos vemos expuestos a lo largo de la vida se produce antes de cumplir los 18 años.

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