Salud en Casa.- Si su hijo presenta fiebres altas (39 ºC a más), piel seca y llanto persistente podría ser víctima del golpe de calor; estado que afecta a niños menores de 18 meses y también a adultos mayores, cuando la temperatura y la humedad ambiental se incrementan bruscamente.
El médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud, César Cabezas, precisó que en estos casos –de golpe de calor- la fiebre puede persistir por varios días, incluso semanas. “Otros síntomas del golpe de calor son diarreas, náuseas, vómitos, irritabilidad, problemas para respirar y dolor de cabeza, en casos severos se puede presentar convulsiones”.
Ante la presencia de estos síntomas, se debe llevar al niño o adulto mayor de inmediato a un establecimiento de salud para monitorear su estado de salud. El especialista del INS dijo que no existe un tratamiento específico para el golpe de calor; sin embargo en casa, se puede bañar con agua tibia o colocar paños de agua en frente, nuca, muñecas, axilas e ingle, y utilizar ropa suelta.
Para prevenir el golpe de calor, se debe mantener la vivienda bien ventilada, beber abundante agua fresca (no helada), vestir ropa ligera de algodón y evitar prendas ajustadas. De ser necesario instalar un ventilador.
El golpe de calor se debe al aumento brusco de la temperatura y las condiciones de las viviendas o espacios cerrados donde se encuentren los niños y adultos mayores, como ocurrió en el Fenómeno del Niño en 1997-1998.
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