Alimentación y actividad física para prevenir la osteoporosis

Salud en Casa.- La osteoporosis es una enfermedad que afecta alrededor del 40% de mujeres y al 10% de varones mayores de 50 años. Por eso los nutricionistas del Instituto Nacional de Salud (INS) del Minsa recomendaron una alimentación que ayude a prevenir este mal.

Los especialistas en nutrición aconsejaron el consumo de alimentos ricos en calcio, fósforo y vitamina D ya que participan en la formación de los huesos.

“Consuma alimentos como leche fresca de vaca, leche evaporada, queso y yogur, alrededor de tres porciones al día. Es importante mencionar que, un vaso de leche aporta la misma cantidad de calcio que un vaso de yogur o una tajada mediana de queso fresco”, precisó el nutricionista del INS, Antonio Castillo.

De igual manera, es importante el consumo de vitamina D para la absorción del calcio en los alimentos. “Las fuentes de vitamina D se encuentran en el hígado, pescados azules (oscuros) y la yema del huevo. La exposición al sol entre 10 a 15 minutos, ayuda a la formación de esta vitamina en nuestro organismo”.

Castillo indicó que para prevenir la osteoporosis es necesario practicar actividad física como caminar, pasear o correr para fortalecer los músculos y prevenir la pérdida de masa ósea.

Recuerde que durante la niñez y adolescencia se adquiere el mayor pico de masa ósea posible por eso la importancia de una alimentación adecuada y la actividad física. Los suplementos de calcio sólo deben ser recomendados por un profesional de la salud.

¿Quiénes están en mayor riesgo?

El nutricionista dijo que se encuentran en mayor riesgo de padecer osteoporosis las mujeres después de la menopausia; los adultos mayores de ambos sexos; las mujeres a quienes se les ha extraído los ovarios; las personas que sufren de reumatismo o toman cortisona; las personas que beben café o bebidas alcohólicas, fuman o tienen una alimentación pobre en calcio; y las personas que no practican actividad física.

La osteoporosis se caracteriza por hacer que los huesos se vuelvan más frágiles, propensos a romperse ante accidentes menores como una caída. Las fracturas más frecuentes son las que se presentan a nivel del antebrazo, columna vertebral y cadera, siendo las dos últimas las más delicadas porque producen incapacidad y/o limitación física.