miércoles, 4 de mayo de 2016

El éxito de estos procedimientos en mujeres mayores de 40 años desciende a un rango de 12% a 15%
Publimetro.pe.- El cambio estructural de la sociedad ha generado que la mujer se plantee nuevas metas como parte de su desarrollo personal antes de considerar ser madres, postergando la maternidad para etapas posteriores de su vida. Sin embargo, “el reloj biológico puede generar ciertas dificultades en el momento que la mujer decida ser madre, en estos casos muchas recurren a los procedimientos de fertilización asistida, pero con menores posibilidades de éxito, ya que esta posibilidad es más alta cuando la mujer es joven”, indicó el doctor Alfredo Celis, ginecólogo de la Clínica Anglo Americana.

Es importante que la mujer entienda que someterse a un tratamiento de fertilización asistida no asegura que quedará embarazada, por lo general las mujeres jóvenes menores de 30 años pueden tener un porcentaje de éxito entre el 40 al 50%, este rango disminuye si la mujer es mayor de 35 años en un 25% a 27%, en el caso de las mujeres mayores de 40 años el nivel de éxito desciende a un 12% a 15%, explicó el especialista, ya que la edad tiene una enorme influencia en la probabilidad de lograr un embarazo, tanto de manera natural como asistida.
Existen dos grandes grupos de técnicas de reproducción asistida, las de baja complejidad , que básicamente hace referencia a la inseminación intrauterina, procedimiento que consiste en colocar un material concentrado de espermatozoides dentro de la cavidad uterina el día que la mujer está ovulando, ya sea de manera natural o de manera estimulada.
Por el lado, entre las técnicas de alta complejidad se encuentran a la cabeza la fertilización in vitro, que es la unión de un esperma con un óvulo en un laboratorio, el proceso implica el control hormonal del proceso ovulatorio.
El método de Inyección Intracitoplasmática de espermatozoides – ICSI, pertenece también a las técnicas de alta complejidad, consiste en la inseminación de un óvulo mediante la microinyección de un espermatozoide en su interior, esta se realiza cuando el espermatozoide no tiene la capacidad de penetrar el óvulo. TOMI, es la tercera técnica que pertenece a este grupo, en este caso se inyecta el espermatozoide dentro del óvulo y luego se le coloca de inmediato en la trompa.
La aplicación de cada una de estas técnicas depende de la calidad espermática, si un varón tiene una escaza cantidad de espermatozoides se llama oligospermia; si tiene una motilidad muy disminuida se denomina astenospermia; en caso de pacientes con espermas anormales se llama teratospermia. Si el paciente cuenta con una o estas tres condiciones es muy probable que no logrará la fecundación de manera espontánea y deberá recurrir a un procedimiento de fertilización asistida.
“Toda pareja que se acerca a un especialista por un problema de infertilidad enfrenta un escenario de ansiedad, por la presión que vive a nivel social y familiar, es por esto que es importante que cuenten con apoyo psicológico que les permita llevar de mejor manera el proceso”, agregó el Dr. Celis.
Finalmente, el especialista recomienda que si una mujer tiene la expectativa de ser madre no debería postergar esto para etapas en la cual los procedimientos de fertilización asistida tengan menos probabilidades de tener éxito.

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