miércoles, 9 de noviembre de 2016

Médico explica quiénes tienen más riesgo

Agencia Andina.- Si acabas de dar a luz y tienes cambios en tu estado de ánimo, perdiste la capacidad de disfrute, de sueño, apetito, presentas baja autoestima e incluso experimentas sentimientos de suicidio, es probable que te encuentre ante un cuadro de depresión posparto.

Según el psiquiatra Guillermo Ladd, especialista del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), esta enfermedad se presenta incluso un mes antes del alumbramiento y está relacionada a los cambios hormonales que presentan las mujeres durante el embarazo.

“La producción de estrógenos está a cargo de los ovarios, y durante la gestación ésta recae en la placenta. Cuando ocurre el nacimiento, la mujer pierde la placenta, los estrógenos y eso la predispone a tener la enfermedad”, comentó a la agencia Andina.

Por eso es recomendable que el médico a cargo de la futura madre conozca si ella ha presentado episodios previos de depresión, a fin de monitorearla durante el embarazo a través de la aplicación de una entrevista específica sobre la depresión posparto.

Esa evaluación lleva por nombre "escala psicométrica", la cual permite predecir la aparición de la depresión posparto en la mujer embarazada. Esta se utiliza siempre y cuando la gestante sufrió depresión previamente.

Ladd, como responsable de Terapia Familiar en el INSM, explica que, como todo problema de salud mental, la depresión posparto también tiene factores predisponentes. 

¿Quienes tienen más riesgo?

En este caso, puede manifestarse en las mujeres que perdieron a su madre tempranamente, en quienes no saben responder ante situaciones adversas, o en quienes consumen drogas o fueron víctimas de violencia física, psicológica o sexual. 

“Estas mujeres tienen más posibilidades de desarrollar la depresión posparto que, como todo problema salud mental, es biológico y psicológico. Es decir, no solo por los cambios hormonales, sino porque las experiencias negativas pueden producir cambios cerebrales, neuronales y emocionales”.

Y aunque esta enfermedad afecta al 10% de las gestantes, al INSM llegan los casos más severos, es decir de mujeres que se violentan, no quieren cuidar a sus hijos o hasta los quieren asesinar. 

“Cuando existe este tipo de peligro, las internamos porque presentan síntomas psicóticos que pueden poner en riesgo su vida y la de su bebé”, indicó el también presidente de la Asociación de Psicopatología del Perú. 

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