El alto índice de problemas de visión en nuestros niños se debe al gran esfuerzo intelectual que se ven sometidos.
En el Perú, más del 50 por ciento de las consultas oftalmológicas en niños de entre 5 y 9 años son por miopía (problema para ver de lejos), la hipermetropía (dificultad para ver de cerca), el estrabismo (desviación de la visión de cada ojo que miran en diferente dirección cada uno), u otros, precisó el Dr. Walter Benítes, cirujano oftalmólogo de Oculaser
“El descarte de miopía es necesario, más aun porque está próximo el inicio del año escolar, más de la mitad de las consultas oftalmológicas en niños de entre 5 y 9 años son por problemas de miopía, hipermetropía y astigmatismo (ver de forma borrosa las imágenes de lejos y de cerca); los niños más pequeños (1 a 4 años) presentan generalmente estrabismo”, indicó.
Según el especialista en Cirugía Refractaria de Cornea y Catarata, el alto índice de problemas de visión en nuestros niños se debe al gran esfuerzo intelectual a que se ven sometidos ahora los pequeños desde edades más tempranas. Cuando llegan entre 6 y 9 años, la visión puede derivar en diversas manifestaciones en el aula.
Para el Dr. Walter Benítes, la televisión, la computadora, los juegos digitales manuales, etcétera, son aparatos que exigen mucho del sistema visual del niño que puede impedir, en algunos casos, su adecuado desarrollo. No significa que los menores dejen de usar o jugar con estos equipos electrónicos, se trata solo de guardar la distancia correcta para ver la televisión y para manipular los juegos digitales, así como controlar el tiempo de permanencia frente a ellos.
“Los síntomas más frecuentes en el niño que desarrolla miopía son: sentarse muy cerca de la televisión, quejarse muy seguido de dolor de cabeza y de ojos cansados, escribir cada vez más con la cara muy pegada al papel, dificultad de leer a distancia, comprimir los ojos para ver algo que está alejado, perder el interés por la lectura y los estudios, dificultad para correr y presentar excesivo lagrimeo y escozor en los ojos”.
“Cuando en una familia la miopía presenta una marcada tendencia hereditaria, conviene que los niños se sometan a revisiones periódica. La primera visita al oftalmólogo debiera ser a los tres años de edad, que es cuando la agudeza visual se puede verificar por medio de la ayuda de cartillas con letras de diferente tamaño”, agregó.
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