· Los pacientes con hemofilia que no
han sido diagnosticados y no reciben el tratamiento apropiado pueden presentar
sangrados excesivos que deterioran gravemente las articulaciones.
· La condición puede provocar desde rigidez,
cojera y limitación de movimientos hasta la amputación de extremidades
Salud en Casa.- En el marco del Día Mundial de las Enfermedades
Articulares que se conmemora este 12 de octubre, los especialistas advierten
que miles de pacientes podrían quedar discapacitados, debido a complicaciones
asociadas a la hemofilia, condición que afecta a alrededor de 3.000 peruanos,
de los cuales sólo el 25% ha sido diagnosticado y recibe tratamiento[1].
Una persona con
hemofilia presenta problemas de la coagulación, por lo que puede presentar
sangrados en distintas partes del cuerpo como por ejemplo las articulaciones.
Si las hemorragias son recurrentes y no se tratan de manera oportuna, pueden
provocar inflación y atrofia de las articulaciones de las rodillas, los tobillos,
los codos y la cadera. Esta afección se conoce como artropatía hemofílica y
dificulta la realización de actividades tan cotidianas como caminar o subir
escaleras.
De acuerdo con la Dra.
Gloria Chumpitaz, miembro de la Sociedad Peruana de Hematología, los
principales síntomas de esta afección son sensación de cosquilleo, cojera,
rigidez y limitación de movimientos, y dolor en las áreas afectadas. “En la
actualidad, los pacientes presentan menos daño articular porque tienen acceso a
terapias que ayudan a prevenir los sangrados. Sin embargo, sin el tratamiento
adecuado, el 50% de las personas con hemofilia podría sufrir alguna
discapacidad y necesitar una cirugía de reemplazo e incluso la amputación del
miembro comprometido”.
Para prevenir sangrados
y lesiones de las articulaciones, la Federación Mundial de Hemofilia sugiere
seguir las siguientes recomendaciones:
- 1. Llevar una dieta balanceada.
- 2. Hacer ejercicios controlados (evitar deportes de contacto) que fortalezcan los músculos y protejan las articulaciones.
- 3. Controlar el peso.
- 4. Realizar tratamiento preventivo (profilaxis).
- 5. Acudir al especialista ante cualquier síntoma.
- 6. Realizar terapia física, en caso de lesión.
[1] Estimaciones
realizadas por la Dra. Nancy Loayza, miembro de la Sociedad de Hematología, la
Sociedad de Hemostasia y Trombosis y de la Sociedad de Hemoterapia y Banco de
sangre. Miembro consultor de la Federación Mundial de Hemofilia
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