viernes, 10 de noviembre de 2017

-          La dopamina es la causa principal de la emoción conseguida al momento de ver jugar al equipo de fútbol.

-          Además, la oxitocina es conseguida cuando se comparte equipo con amigos o familia.

Salud en Casa.- Si hablamos de deporte, el apoyo incondicional a la selección de fútbol es una de las cosas que más caracteriza a los peruanos, situación que se verá en su máxima expresión el 11 y 15 de noviembre, cuando Perú y Nueva Zelanda jueguen los partidos por el repechaje al Mundial Rusia 2018. En encuentros como estos, los fanáticos por su equipo pueden llegar a sentir la misma adrenalina que los jugadores, según señalan los especialistas.


Convertirse en un hincha para muchos comienza desde temprana edad, cuando los padres o hermanos mayores influyen sobre la importancia del equipo de fútbol. De acuerdo al Dr. Nestor Galvez-Jimenez, neurólogo de Cleveland Clinic Florida, estas personas pueden lograr el mismo recorrido hormonal que los jugadores, solo con una importante diferencia, no tener el control de los resultados.

“Gran parte del disfrute que obtenemos al ver a nuestro equipo de fútbol puede tener como causa principal un químico que hace sentir bien al cerebro, la Dopamina. Esta sustancia es la misma razón que provoca que la gente se emocione al subir a una montaña rusa”, señaló Nestor Galvez-Jimenez.

Además, el neurólogo de Cleveland Clinic Florida precisó que cuando los hinchas comparten un partido de su equipo favorito con amigos o con su familia, también logran experimentar la liberación de la oxitocina, un químico que ayuda a crear unión y compasión, sentimientos buscados al momento de alentar.

“Es importante mencionar que algunas personas logran sentir estados de ánimo diferentes al momento de ver un partido. Al juntarse todas las sustancias químicas del estrés, el estar deprimido o un poco asustado son algunas de las emociones que logran tener los fanáticos”, remarcó el especialista.

Galvez-Jimenez indicó también que los deportes brindan un aumento de adrenalina y de hormonas de estrés, pero como los hinchas no pueden influir en el resultado que tenga el juego, la carga de estrés puede ser bastante exigente.

Finalmente, el neurólogo precisó que si una persona no es fanática pero por los buenos resultados que está obteniendo el equipo se anima a alentarlo, esa decisión es buena para el cerebro, permite experimentar nuevos procesos químicos y contribuye al sentido de pertenencia.





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