Uno de los mayores desafíos es lograr una vida autónoma e independiente en su día a día, abierta a mantener buenas relaciones interpersonales.
Salud en Casa.- En el Perú, según reporta el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad – CONADIS, tenemos 8 800 personas registradas con Síndrome de Down (hasta el 2017). Un cifra mucho menor a la real, que no se haya inscrita y registrada oficialmente. Eso evidencia que existe una dificultad para conocer a todos y desarrollar las políticas en salud, educación y empleo que aseguren igualdad de oportunidades para estas personas.
El Síndrome de Down es una alteración genética, producida por la presencia de un cromosoma extra en el par 21. Es decir, en lugar de los dos cromosomas que existen habitualmente; las personas con Síndrome de Down tienen 3; y por ello, también se conoce como trisomía 21. No es una enfermedad, sino como lo indica su nombre, es un síndrome.
Estimulación temprana
Para los especialistas del Centro Ann Sullivan del Perú, institución con 40 años de experiencia desarrollando metodologías educativas innovadoras para personas con habilidades diferentes (autismo, síndrome de Down, deficiencia cognitiva, entre otros). Los primeros años de vida son los principales y más importantes. “Desde que nace el niño se busca su crecimiento integral, se debe reforzar continuamente la estimulación del pequeño. Lo aconsejable es que se desarrolle en un ambiente que estimule la adqusición de habilidades cognitivas y motoras”, precisa Lizbet Tolentino, Directora del Área Educativa del Centro Ann Sullivan del Perú.
Esta situación no debería limitar su evolución infantil y social. Como todo niño, desde los primeros días de su nacimiento, nace con una curiosidad innata. Esta genera múltiples destrezas que le pueden llevar a desarrollar una vida autónoma e independiente como cualquier persona.
Por tal motivo, la familia debe estar involucrada en ayudarlos a desarrollar dichas destrezas. Siendo así, deben generar espacios oportunos e inclusivos, además de brindarles diversos recursos que le faciliten un progreso equivalente en cada etapa de su desarrollo, pero, a la vez ajustados a sus necesidades. En este sentido, uno de los mayores retos que asumen las personas con Síndrome de Down es incluirse y lograr una vida donde puedan valerse por sí solos en las diferentes tareas que realizan en su vida diaria”, señala, Lizbet Tolentino.
Más allá de la demora para coordinar sus movimientos o pronunciar sus primeras palabras, los niños con Síndrome de Down poseen un perfil de aprendizaje específico que se debe comprender. En efecto, hoy en día existen pedagogías adaptadas que tienen un impacto positivo en el desarrollo cognitivo, es decir en sus capacidades intelectuales. Entonces, ¿Cómo favorecer el aprendizaje de los niños con Síndrome de Down?, compartimos cuatro recomendaciones:
- Soportes visuales: Para la especialista del Centro Ann Sullivan del Perú, su memoria visual es mejor que la auditiva, por lo que es ideal fortalecer el uso de
estasherramientas gráficas, e incluso hacer que experimente un aprendizaje más visual y activo. Por ejemplo mostrar imágenes cuando se les explica las actividades que se van a realizar cuando se le enseña a asociar sus emociones.
- Situaciones concretas: Motivar a los infantes a manipular los objetos, el material concreto y práctico, antes de llegar a la abstracción. Según comenta la especialista, es conveniente trabajar con elementos que llamen su atención, incluirlo en actividades cotidianas y naturales; lo que permite que el aprendizaje sea más rápido y efectivo.
- La Familia en el proceso educativo: Es necesaria la participación de la familia porque permite que el niño generalice y mantenga las habilidades aprendidas. La familia generará seguridad y confizanza en el niño.
- Aprendizaje comunitario: Es clave que el menor con Síndrome de Down se sienta incluido, que sea parte de un grupo y de una realidad. Esto les permitirá gozar y vivir su infancia como cualquier otro niño. A largo plazo afianza su seguridad y las buenas relaciones interpersonales. Para César Villaizán, Jefe de Marca Babysec, que ha emprendido una experiencia de trabajo con el Programa Laboral de Personas con Habilidades Diferentes del del Centro Ann Sullivan del Perú; las interacciones tempranas favorecen el desarrollo de habilidades de comunicación y de buenas realicones sociales, que son competencias blandas para el crecimiento laboral de cualquier persona o profesional.
En el marco del Día Mundial de Síndrome de Down, se busca concientizar a la población que no existen diferencias entre las personas con habilidades diferentes y el resto. Ellos tienen las capacidades para estudiar y trabajar y demostrar sus destrezas. Se deben generar iniciativas que apoyen e integren desde la infancia a los niños con síndrome de Down, sobre todo en materia de encontrar más oportunidades en salud, educación y trabajo. La inclusión no se dice, se hace.
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