lunes, 18 de mayo de 2020

   Los síntomas más frecuentes son diarrea, fatiga y fiebre, dolor y cólicos abdominales, sangre en las heces, disminución del apetito, adelgazamiento no intencional.



Salud en Casa.- El 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, conjunto de trastornos poco comunes que suponen una inflamación crónica del tubo digestivo y que agrupan a la enfermedad de Crohn (EC), la colitis ulcerativa (CU) y la colitis indeterminada (CI)1. En esta oportunidad, la fecha coincide con la mayor crisis sanitaria mundial, la pandemia por el coronavirus, la cual continúa reportando nuevos casos y fallecimientos a diario.


De acuerdo con el Dr. Juan Paredes Méndez, médico gastroenterólogo y miembro de la Sociedad de Gastroenterología del Perú, las personas con esta enfermedad forman parte de la población de riesgo ante el coronavirus, pues se les trata con medicamentos que actúan sobre el sistema inmunológico (inmunosupresores). “Aproximadamente el 90% de los pacientes reciben su terapia de manera ambulatoria en los centros de salud y, por la situación actual, en estos momentos no están teniendo acceso a ella, por lo que son aún más susceptibles al COVID-19”, agrega.


Por otra parte, el especialista indica que, según un estudio realizado en el hospital Almenara en 2016, de un total de 105 personas con estas patologías, el 70% es diagnosticado con colitis ulcerativa y el 30% con enfermedad de Crohn.


 

El Dr. Paredes explica que en Perú no existen cifras oficiales de pacientes con este grupo de condiciones, por lo que se estima que existe un importante subdiagnóstico. “Si bien en los últimos años esta situación ha mejorado, la falta de conocimiento y la escasez de especialistas produce un importante retraso en la detección, es decir que existe un gran número de personas que desconoce que tiene la enfermedad”, agrega.




 

En ese sentido, y con el objetivo de aumentar el conocimiento sobre las EII, el experto brinda algunas precisiones sobre las condiciones:


 

1.       Síntomas. Varían según la gravedad de la inflamación y el lugar donde aparece. Los más frecuentes son diarrea, fatiga y fiebre, dolor y cólicos abdominales, sangre en las heces, disminución del apetito, adelgazamiento no intencional.

 

2.       Causas. Hasta el momento es desconocida, sin embargo, se ha identificado que se da en aquellas personas que cuentan con un sistema inmunitario deprimido, el cual responde de forma incorrecta a los factores ambientales que provocan la inflamación del tracto gastrointestinal. También, estudios han demostrado que puede tener un componente genético, pues una persona con antecedentes familiares de la patología tiene mayor riesgo de padecerla.

 

3.       Tratamiento. En la actualidad, existen varios tipos de medicamentos cuyo objetivo es reducir la inflamación. En casos severos, se puede recurrir a una cirugía para extraer el tejido comprometido.


 

Ante la presencia de los síntomas, el especialista recomienda que la persona se ponga en contacto con el médico para realizar los exámenes de descarte y recibir un diagnóstico temprano de la enfermedad. De esta manera, podrá contar con tratamiento de forma oportuna para controlar la inflamación y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo que pongan en peligro la vida del paciente.

 


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