Especialista
de nutrición de la UCSS da claves de alimentación para las personas de la
tercera edad.
Salud en Casa.- Durante
la época de invierno los cambios bruscos del clima afectan a las personas, pero
los que se llevan la peor parte son los niños y los adultos de la tercera edad,
ya que son más propensos a las probabilidades de adaptarse más rápido a las
enfermedades virales.
Así
mismo la alimentación es una base fundamental para una vida saludable y
mantenerla es primordial durante invierno, es por ello que Juan Ramón Morales nutricionista de la Universidad Católica Sedes
Sapientiae (UCCS) señala que ‘La actividad física se relaciona con la
mejora de la funcionalidad mecánica del organismo, la conservación de la masa
ósea, la prevención de la pérdida de masa muscular y de enfermedades en
general’ es por ello que plantea algunos alimentos claves que deben consumir
las personas de la tercera edad.
Alimentos que no pueden dejar de comer
El
pan, la pasta o el arroz son constituidos como base de la alimentación ya que
son los que brindan la mayor cantidad de
energía para mantener la temperatura corporal de los ancianos.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS) recomienda un consumo entre 4 a 6 raciones al día también es preferible el consumo de cereales integrales por el aporte de fibra y vitaminas. Se deben consumir al menos 2 raciones al día de verduras y hortalizas, una de ellas en forma de verdura cruda y la otra cocida, consumir diariamente 3 raciones de fruta natural.
Para
el grupo de carnes, aves, pescados, frutos secos y huevos, se aconseja un
consumo de 2 raciones al día. Es preferible que la ingesta de pescado sea superior
a la de carne ya que tiene omega-3, del mismo modo se aconseja un consumo de 3
raciones diarias de lácteos, leche o queso bajo en grasa.
El consumo de pescado
Estudios
clínicos determinan que a partir de los 35 años se inicia la pérdida de calcio.
Esto se debe a una disminución de Vitamina D que actúa como un fijador de calcio en los huesos.
Esto se debe a una disminución de Vitamina D que actúa como un fijador de calcio en los huesos.
Las
dos fuentes principales de Vitamina D son los rayos solares y el pescado. En
invierno no se puede lograr con el requerimiento de Vitamina
D con los rayos solares y es necesario aumentar la ingesta de pescado 2
o 3 veces por semana como lo recomienda la OMS.
Ya
que, la sarcopenia o pérdida de masa muscular es algo frecuente en ancianos,
bien por la reducción de la actividad física, la ingesta insuficiente de
proteínas o el descenso de las proteínas en el músculo. Dicha pérdida de masa
muscular implica el deterioro funcional y la pérdida de autonomía en el
individuo.
El agua es indispensable
Como
indica el nutricionista de la UCSS, el adulto mayor suele beber menos agua como
consecuencia de la pérdida de la sensación de sed y de frecuentes alteraciones
de la deglución o disfagia. Para evitar las complicaciones de la deshidratación
y asegurar una hidratación adecuada es imprescindible potenciar la ingesta regular
de agua y de otros líquidos como zumos, infusiones, leche, sopas y otros
alimentos que contengan un contenido de agua como las frutas y verduras.
Frutas en temporadas de invierno
Esta
época es perfecta para incrementar el consumo de cítricos como la naranja y el
limón, ricos en vitamina C. Y para prevenir infecciones se recomienda el
consumo de frutas y alimentos con alto contenido en vitamina A como lo son la zanahoria y el melón, que nos
aportan los nutrientes precursores para la obtención de esta vitamina.
No café en exceso
La
mejor alternativa para combatir el frio sería caldos o sopas calientes sin
embargo un verdadero café también contribuiría a mantenernos cálidos, pero no
olvidar que un verdadero café es el pasado.
No
obstante el café al ser diurético (mayor eliminación de agua y electrolitos por
la orina) lo que determina una mayor excreción de minerales y una aumento en la
deficiencia de dichos nutrientes, con lo
cual se debe de tener cuidado y no abusar en su consumo.
‘Debido
a las bajas temperaturas se debe proteger a los ancianos abrigándolos bien, no
exponiéndolos al frío y haciéndoles ejercicios físicos para que se mantengan
activos y entibien sus cuerpos’, finalizó Juan Ramón Morales.
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