Por: Carlos
Sanchez-Luis, Area Vice President LatAm. AstraZeneca.
Salud en Casa.- El cáncer es una de las enfermedades más complejas que enfrentamos a nivel mundial. Su capacidad para adaptarse, evolucionar y atacar diversos órganos convierte su manejo en un desafío continuo para los sistemas de salud de América Latina. Mitigar la prevalencia de esta enfermedad como una de las principales causas de muerte pasa, en gran medida, por priorizar la detección temprana y el acceso equitativo a tratamientos.
La diversidad del
cáncer y su impacto en la región
Este año,
bajo el lema “United by Unique”, la
Unión Internacional Contra el Cáncer destaca la individualidad de cada paciente
y su recorrido frente a la enfermedad. El cáncer, en su diversidad, incluye más
de 200 subtipos que afectan de manera diferenciada a hombres y mujeres[1]. En los primeros,
predominan los cánceres de pulmón, próstata, colorrectal, estómago e hígado,
mientras que en la mujer el de mama, colorrectal, pulmón, cervical y tiroideo
ocupan los primeros lugares[2].
En 2022, según la American Cancer Society, se
diagnosticaron 20 millones de casos nuevos de cáncer a nivel mundial y 9.7
millones de personas fallecieron por esta condición[3]. Durante el mismo año, en
Latinoamérica, 4.2 millones de personas fueron diagnosticadas y 1.4 millones
murieron[4], consolidando al cáncer
como la segunda causa de muerte en la región, solo superada por las
enfermedades cardiovasculares. No obstante,
según especialistas[5],
hasta un 40% de los casos de cáncer podrían prevenirse eliminando sus factores
de riesgo, lo cual se logra a través de cambios en los hábitos, como una
alimentación adecuada, el control de la obesidad y la práctica regular de
actividad física.
El
panorama se agudiza en Latinoamérica debido a los desafíos estructurales que
enfrenta: sistemas de salud en desarrollo, acceso limitado a diagnósticos
tempranos y terapias innovadoras, así como desigualdades socioeconómicas que
dificultan un tratamiento oportuno. Además, el envejecimiento poblacional
agrava esta situación, ya que la incidencia del cáncer aumenta con la edad
debido a la acumulación de factores de riesgo y la reducción de la capacidad de
reparación celular[6].
Según el
Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, en las próximas tres décadas
la población mayor de 65 años en la región se duplicará. Este fenómeno plantea
un desafío crítico, ya que el 54% de los nuevos casos de cáncer y más del 45%
de las muertes afectan a personas menores de 69 años[7]. Considero que este
panorama abre una oportunidad para redoblar los esfuerzos en prevención y
detección temprana, con el objetivo de cambiar el futuro de la enfermedad.
Avances
tecnológicos en la lucha Contra el Cáncer
La ciencia
y la tecnología vienen transformado significativamente la lucha contra el
cáncer, impulsando avances que antes parecían inalcanzables. Desde mi
perspectiva, la incorporación de la inteligencia artificial (IA) en la
investigación está acelerando el descubrimiento de tratamientos, al permitir el
análisis de grandes volúmenes de datos para identificar patrones complejos y
desarrollar terapias altamente personalizadas.
Gracias a la inteligencia artificial, ahora es posible procesar datos
clínicos, imágenes médicas y registros de pacientes con una precisión sin
precedentes, facilitando la detección temprana de enfermedades como el cáncer.
Por ejemplo, en América Latina, AstraZeneca, en colaboración con diversas
instituciones de salud, ha implementado un programa para identificar el riesgo
de desarrollar esta enfermedad. Esto ha beneficiado a personas en Perú,
Colombia, México, Brasil, Costa Rica y Argentina, utilizando la inteligencia
artificial para analizar más de 350 mil radiografías de tórax. Gracias al
innovador uso de esta tecnología, los especialistas médicos han podido dar
seguimiento específico a más de 25 mil casos identificados como sospechosos.
Además, esta tecnología está comenzando a optimizar los procesos de
investigación y desarrollo, acelerando los descubrimientos y reduciendo costos
de manera sustancial. A pesar de estos avances, solo el 38% de los
medicamentos oncológicos aprobados globalmente entre 2014 y 2021 estuvieron
disponibles en al menos un país de Latinoamérica[8]. Esta brecha en el acceso se debe a factores como procesos complejos,
limitaciones presupuestarias y desafíos en la distribución. El tiempo de espera
desde la aprobación global hasta la disponibilidad local puede superar los dos
años en grandes países, y ser aún mayor en los más pequeños. Esto destaca la
necesidad de armonizar regulaciones, agilizar aprobaciones y fomentar
soluciones innovadoras para mejorar el acceso a terapias oncológicas en la
región.
Enfoque
centrado en el paciente: una gran diferencia.
En
AstraZeneca, nuestro compromiso con la transformación del panorama oncológico
se centra en un enfoque que combina medicina de precisión, tecnologías
avanzadas y plataformas científicas líderes. Nos dedicamos a investigar algunas
de las formas más comunes y letales de cáncer, como el de mama y pulmón,
utilizando herramientas innovadoras que incluyen inmuno-oncología, respuesta al
daño del ADN, conjugados de anticuerpos y terapia celular.
En América
Latina, buscamos generar una gran diferencia apostando por la detección
temprana y el acceso equitativo a tratamientos innovadores mediante alianzas
estratégicas y programas basados en herramientas de salud digitales. Nuestras iniciativas están generando un impacto tangible en la región.
Por ejemplo, la campaña 'Actúa Hoy', lanzada como parte de la iniciativa Lung
Ambition Alliance, ha aumentado la conciencia sobre los síntomas tempranos del
cáncer de pulmón en países como Argentina, Brasil y Colombia. A través de la
colaboración entre pacientes, médicos, autoridades y otros actores, la campaña
busca promover la detección temprana y mejorar la prevención y tratamiento de
la enfermedad, impactando a más de 250,000 personas en Latinoamérica.
Por otro lado, el
programa + Salud en Comunidad, está transformando el acceso a la salud en
países como Perú, Colombia y México, con el objetivo de mejorar la atención
médica en áreas remotas y vulnerables. A través de la tecnología, la innovación
y la educación, y con el respaldo de herramientas digitales e inteligencia
artificial, el programa busca impactar a más de 20,000 pacientes en 2025,
facilitando diagnósticos oportunos de enfermedades crónicas no transmisibles,
incluido el cáncer, y reduciendo las brechas en el acceso a servicios de salud,
mediante unidades móviles equipadas con telemedicina para consultas virtuales
con especialistas y herramientas de IA para detección y referencia oportuna.
Estas iniciativas no solo mejoran la detección temprana y el acceso a
la atención, sino que también generan datos valiosos para ajustar y optimizar
continuamente los esfuerzos en la región.
El desafío
del cáncer: un llamado a la acción conjunta
Para
quienes formamos parte de esta lucha, es evidente que el desafío del cáncer
exige un enfoque multidimensional que involucre a todos los actores del
ecosistema de salud: gobiernos, instituciones sanitarias, comunidad científica,
empresas farmacéuticas, academia y pacientes. A pesar de los avances
científicos y tecnológicos, las desigualdades en el acceso a la salud siguen
siendo una barrera crítica. Los sistemas de salud deben adaptarse para
garantizar un acceso equitativo a innovaciones terapéuticas y tecnologías de
diagnóstico temprano.
Es
fundamental unir esfuerzos y trabajar en conjunto para desarrollar políticas
públicas que prioricen la prevención, la detección temprana y tratamientos
accesibles para todos, sin exclusiones. Estoy convencido de que solo mediante
una acción coordinada será posible reducir significativamente la carga del
cáncer y, a largo plazo, erradicarlo como una de las principales causas de
muerte en la región.
En el Día
Mundial del Cáncer, reafirmemos nuestro compromiso de intensificar esfuerzos y
generar una gran diferencia en la lucha contra esta enfermedad.
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