Frente al aumento del consumo de alcohol en menores, expertos alertan que el enfoque punitivo ha fracasado y proponen educar desde la escuela y la comunidad.
Salud en Casa.- En América Latina, más del 50 % de los adolescentes ha consumido alcohol, muchas veces antes de los 15 años. En Perú, el 59,7 % de adolescentes entre 12 y 17 años ya ha probado alcohol, según datos del Ministerio de Salud, CEDRO y el Instituto Nacional de Salud Mental. Este panorama ha puesto en agenda la urgencia de impulsar estrategias de prevención desde la escuela, la familia y la comunidad.
Una investigación comparativa realizada por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, publicada en la revista Addictive Behaviors Reports (2019), arrojó un hallazgo clave: los adolescentes que participan en clubes escolares tienen un 44 % menos de probabilidades de iniciarse en el consumo de alcohol. Estos espacios fortalecen habilidades personales, promueven la sana convivencia y actúan como entornos seguros frente a conductas de riesgo.
“El consumo de alcohol en la adolescencia no aparece de la nada: responde a vacíos, a falta de escucha, de propósito o acompañamiento. Como adultos tenemos la responsabilidad de educar, orientar y empoderar para que los adolescentes puedan construir un plan de vida positivo”, explica el psicólogo clínico Rubén Verde Céspedes, coordinador nacional del programa “En Serio” en Perú y vocero de la Red Regional de Acción Preventiva para la Adolescencia y la Juventud.
Cinco líneas de acción clave
Desde la Red Regional y CAPLAB se proponen cinco líneas concretas de intervención para prevenir de manera integral el consumo de alcohol en adolescentes:
Educación socioemocional desde la escuela: Programas centrados en autoestima, toma de decisiones, empatía y manejo de presión social.
Acompañamiento familiar efectivo: Talleres dirigidos a madres, padres y cuidadores para fortalecer su rol como agentes protectores.
Protagonismo juvenil real: Creación de coaliciones juveniles locales donde sean los propios adolescentes quienes diseñen e implementen soluciones comunitarias.
Trabajo articulado multisectorial: Alianzas entre escuelas, municipios, centros de salud y organizaciones sociales para intervenir de forma coordinada.
Clima escolar positivo: Capacitación docente, reglas claras y espacios de escucha activa para promover una cultura de respeto y contención.
Estas estrategias ya vienen siendo implementadas en diversas regiones del Perú y de América Latina, mostrando resultados concretos: reducción del consumo de alcohol, mejora del sentido de pertenencia escolar y mayor participación de los jóvenes en actividades comunitarias.
La prevención empieza en la educación
“La Red Regional se creó para enfrentar este problema de manera colectiva y estratégica. Hoy trabajamos en 12 países de América Latina y el Caribe, articulando acciones con foco en educación, participación juvenil y fortalecimiento comunitario. No se trata de una tarea de una sola institución: si queremos proteger el presente y el futuro de nuestras adolescencias, necesitamos sumar a escuelas, familias, autoridades y medios”, agrega Verde Céspedes.
Frente a riesgos como el alcohol, el ciberacoso, las apuestas en línea o la afectación de la salud mental, los especialistas coinciden: educar desde la escuela, acompañar desde el hogar y empoderar desde la comunidad son claves para construir entornos protectores y sostenibles.
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