lunes, 1 de septiembre de 2025


Salud e
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 Casa.- La menstruación es un proceso natural que debe comprenderse y vivirse con normalidad. No tiene por qué ser motivo de vergüenza ni de sufrimiento constante. Reconocer qué es parte del ciclo y qué no, así como acudir oportunamente al especialista, permite cuidar de manera integral la salud de la mujer y mejorar su calidad de vida.


La doctora Tiziana Lenz, ginecóloga de la Clínica Ricardo Palma, explica que la salud menstrual es un reflejo importante del bienestar general femenino. Un ciclo regular dura entre 21 y 35 días, contados desde el primer día de la regla hasta el inicio del siguiente periodo. El sangrado suele extenderse entre 3 y 7 días, con un volumen moderado.


Históricamente, la menstruación ha estado rodeada de mitos y prejuicios que la han convertido en un tema tabú. Esto genera silencio y desinformación. En las adolescentes, puede provocar inseguridad, baja autoestima y dificultad para expresar dudas o buscar ayuda. Por ello, es fundamental normalizar el periodo.


Un grado leve de dolor menstrual es común. Sin embargo, cuando se vuelve intenso, puede estar relacionado con condiciones como endometriosis, miomas uterinos o infecciones. Es recomendable acudir al ginecólogo si el malestar interfiere con las actividades diarias, aumenta con el tiempo o no mejora con analgésicos comunes. También si el ciclo se vuelve muy irregular, se interrumpe por varios meses o aparecen sangrados abundantes o fuera de fecha.


La alimentación, el estado emocional y el estilo de vida influyen directamente en la menstruación. Una dieta equilibrada, rica en hierro, frutas y verduras, contribuye a aliviar los síntomas y disminuir la inflamación. El estrés puede alterar la regularidad del ciclo o incluso detenerlo temporalmente, mientras que la actividad física regular mejora la circulación y reduce el dolor. Por el contrario, el sedentarismo, el consumo de alcohol y el tabaco tienden a empeorar los síntomas.

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