sábado, 13 de julio de 2013

Si padeces de amigdalitis crónica, una alternativa es extraer las amígdalas para evitar complicaciones futuras como la fiebre reumática.

Maritza Llanos Vallenas.

Diario El Popular.- La amigdalitis es una enfermedad producida por la bacteria estreptococo. Se adquiere por contacto directo con el agente, al hablar, toser, estornudar, etcétera.

Cuando ocurre, las amígdalas, ubicadas en la faringe (garganta) se inflaman, poniéndose rojizas e incluso pueden llegar a tener pus.

¿Cómo me doy cuenta que tengo amigdalitis y no una simple gripe? El médico Fernando Salazar, Otorrinolaringólogo del Hospital Materno Infantil San Bartolomé, explicó que los síntomas comunes de esta enfermedad son:

— Fiebre alta, generalmente superior a 39ºC.

— Dolor de garganta intenso que no te deja pasar la saliva ni los alimentos.

— Y no se presenta secreción nasal ni tos.

Aguda y crónica

Hay dos tipos de amigdalitis:

a) La aguda, que se trata con analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos, según receta del médico. Es la más común.

b) La crónica, es cuando las amígdalas se inflaman más de cinco veces al año.
Su tratamiento es la operación, se extrae las amígdalas, pues los antibióticos ya no pueden matar a las bacterias que tienen.

Consecuencias  

Una amigdalitis mal curada puede provocar fiebre reumática (afectar las articulaciones y el corazón), alteraciones en los riñones (insuficiencia renal) y en la piel (sarpullidos y ronchas).

Para evitar estas complicaciones es importante terminar el tratamiento recetado por el médico.

Una vez curado, procura llevar una buena alimentación, beber agua y mantener los ambientes ventilados.
 
Otras alternativas para tratar esta enfermedad
 
La amigdalitis se trata con antibióticos pero también puedes ayudar a desinflamar las amígdalas con recetas caseras. He aquí algunas:

a) Coge un limón y exprímelo en un vaso y agrégale un poco de miel. Haz gárgaras tres veces al día con ese preparado. Luego cepíllate bien los dientes.

b) También puedes hacer gárgaras con otro preparado. En una olla pon a calentar medio vaso de vino blanco con dos ramitas de romero y una cucharada de miel; úsalo tres veces al día.

c) Prepara un delicioso jugo con fresas y zanahoria. Vierte en la licuadora media taza de agua, ocho fresas y una zanahoria mediana en trozos, licúalo y tómalo. Verás que te alivia el dolor.

Estos remedios no te curan totalmente, acude a un médico para que te dé un tratamiento adecuado y así puedas sanarte bien.
 
Datos extras sobre las infecciones en la garganta
 
 
 
Existen dos tipos de infecciones que afectan nuestras vías respiratorias, exactamente la garganta: las virales y las bacterianas.

Las virales como los resfríos o gripe. Sus síntomas comunes son fiebre, dolor, secreción nasal (moco) y tos. Son tratados con antiinflamatorios, analgésicos y medicamentos para la tos y secreción nasal. No con antibióticos.

Las bacterianas como la amigdalitis. Sus síntomas característicos son fiebre e intenso dolor de garganta. No hay secreción nasal ni tos. Se tratan principalmente con antibióticos.

El dolor de garganta no es sinónimo de amigdalitis, puede ser una faringitis (inflamación de la garganta). Sin embargo, puede afectar a la amígdala, ahí radica la importancia de ir a un médico.

La amigdalitis se puede dar en cualquier época del año, pero el mayor índice de casos se registra entre el cambio de estación (invierno-primavera).

En nuestro país, la amigdalitis aguda es la que se presenta con mayor frecuencia en la población y no genera mayores complicaciones.
 

0 comentarios:

Publicar un comentario