sábado, 10 de agosto de 2013

Por: Maritza Llanos
 
Diario El Popular.- El síntoma más común de la apendicitis es un dolor persistente en el lado inferior derecho del abdomen (casi en dirección del ombligo). Se inicia de forma repentina y se intensifica con el pasar del tiempo.
 
A ello se suma el estreñimiento, vómitos, náuseas y pérdida del apetito. Sin embargo, estos síntomas no se presentan siempre. Por eso es importante estar alerta ante cualquier molestia.
 
Al respecto, Miguel Ángel Salcedo, médico del Hospital de Vitarte, explicó que para detectar la apendicitis las personas deben realizarse un análisis de orina, un hemograma (prueba de sangre) y una ecografía.
 
En los niños y ancianos el diagnóstico se complica debido a su edad, pero esta inflamación del apéndice es menos frecuente en ellos. La población más afectada se  encuentra entre los 15 y 40 años de edad.
 
¿Qué la ocasiona?
El apéndice se inflama y se llena de pus por diversos factores, los principales son:
 
a) Parasitosis. Es una infección producida por parásitos que se alojan en el sistema digestivo. Una forma de prevención es realizarse una desparasitación anual.
 
b) Residuos de alimentos. Las pepas de las frutas y de las verduras quedan en el intestino y no son procesadas con facilidad. Estas ocasionan el mal funcionamiento del apéndice.
 
c)  El estreñimiento. La acumulación de heces producto de la falta de consumo de alimentos con fibra y agua también causan una infección en el apéndice.
 
d) Por último, la presencia de un tumor en el apéndice o en la parte del intestino grueso cercana a él.


Apendicitis no atendida puede provocar una peritonitis


A menudo, la inflamación del peritoneo (membrana que recubre la pared interna y órganos del abdomen) está ligada a una apendicitis.

Es decir, cuando el apéndice se revienta y deja salir el material que contiene, este puede infectar el peritoneo y provocar en minutos una peritonitis.

De ahí la importancia de extraer el apéndice antes que se rompa o si ya sucedió, hacer una limpieza interna rápida para evitar que los residuos afecten más.

 La cirrosis (enfermedad del hígado), la pancreatitis (inflamación del páncreas), una úlcera estomacal o una perforación en el colon (intestino grueso), también puede provocar peritonitis.

Por ello, es importante que ante alguna molestia en el estómago o el abdomen inferior visite a un médico.
No olvides que la prevención es la mejor opción.           


Conoce más datos sobre la apendicitis

Los especialistas en el tema sostienen que la apendicitis pasa por cuatro fases: La congestiva, la flemosa, la necrosada y el perforado (se revienta el apéndice y produce una infección).

n La mayoría de casos de apendicitis que llegan a la sala de emergencia de los hospitales se encuentran en las dos primeras fases (congestiva y flemosa). Hay menos casos en las dos siguientes (necrosada y perforado), pero el riesgo de muerte es mayor.

n Según el Ministerio de Salud (Minsa), la apendicitis es una de las enfermedades que origina más operaciones en los centros hospitalarios del país y del mundo, además afecta más a niños y adultos jóvenes.
n Hoy la apendicitis (si no es muy grave) puede curarse con la paroscopía o también llamada operación láser. Con ella, el paciente se recupera con mayor rapidez (entre dos y tres días).

n La apendicitis puede confundirse al inicio con cualquier problema digestivo, ya que presenta dolores en la boca del estómago y el abdomen. Algunas mujeres piensan que son cólicos menstruales
 

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