martes, 15 de octubre de 2013

Un novedoso tratamiento, indoloro y seguro, que ostenta una tasa de éxito probado de 90% en personas adictas al tabaco y al alcohol.
 
Suplemento Domingo.-  La nicotina, droga que se encuentra de forma natural en el tabaco, es tan adictiva como la heroína o la cocaína. Esta es una de las principales razones por la que los adictos al tabaco no pueden dejar el cigarro, pese a que conocen bien las consecuencias que puede acarrear este vicio.
 
Actualmente existen diversas terapias que reemplazan la nicotina, como el uso de parches, aerosoles nasales, inhaladores, pastillas para chupar y medicamentos. En otro plano de la adicción surgen también métodos como la hipnosis, la acupuntura, los filtros y la terapia por láser de nivel bajo.
Sobre este último, la doctora Jeny Fernández explica que este tratamiento implica la aplicación de láser frío en regiones específicas del cuerpo, como los brazos, orejas, muñecas, nariz y manos. “El láser estimula estas partes del cuerpo para liberar las endorfinas, encargadas de reducir los síntomas que genera el déficit de nicotina. Además de estimular la producción de estas hormonas, responsables de aumentar la alegría y de eliminar el dolor, esta terapia también ayuda a desintoxicar el cuerpo”, señala la especialista de la clínica La Luz.
La sensación general que produce este tratamiento –asegura Fernández– es de relajación y, en algunos casos, mejora el sueño. “Utilizamos el láser de baja potencia, aprobado por la Administración para los Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Es un procedimiento indoloro, fácil, seguro y sobre todo eficaz, el cual tiene una tasa de éxito probado de 90% en el casos de personas con adicción a fumar y entre un 70% y 75% en personas con problemas de alcohol”, añade la doctora.
Se piensa que para obtener resultados se necesitan múltiples sesiones de terapia de láser. Sin embargo, dependiendo del grado de la adicción, los especialistas aseguran que se puede llegar a notar los efectos después de solo una sesión. “Este tratamiento eleva el nivel de endorfinas de una manera segura y saludable, a niveles más altos que los producidos por el tabaco o la nicotina, y cuando el paciente sale del tratamiento descubre que no tiene más ganas de fumar”, dice Fernández.  “Al aplicar la terapia láser, los pacientes experimentan una sensación de gran bienestar, porque el láser actúa como un agente calmante”, agrega.
 Tenga en cuenta
El rayo láser frío se aplica durante tres sesiones que duran 45 minutos cada una. En la primera se efectúa el historial clínico. La segunda es a las 24 horas. La última tiene lugar a la semana.

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