martes, 15 de abril de 2014

Conoce a la Estimulación Magnética Transcraneal, un tratamiento que mejora el estado de ánimo del paciente a través de impulsos magnéticos. Conversamos con el Dr. Michael Kabar, pionero de esta tecnología en nuestro país.
 
Por: Marcos Chumpitaz
 
Publimetro.- Para los cerca de tres millones de peruanos que luchan con la depresión, los tratamientos farmacológicos disponibles no siempre logran el ansiado alivio. De hecho, se estima que un 30% de estos pacientes no responden a los antidepresivos.
 
Por suerte, la reciente investigación del complejo universo cerebral viene generando nuevas vías terapéuticas no invasivas y con cero efectos secundarios. Una de ellas es la llamada Estimulación Magnética Transcraneal o EMT. Se trata de un dispositivo que emplea ondas electromagnéticas para estimular el funcionamiento de la corteza prefrontal del cerebro, el área que controla nuestro estado de ánimo.
 
“Esta estimulación, que se canaliza a través de un cabezal que se apoya sobre el cuero cabelludo, produce cambios electroquímicos, que a su vez ponen en marcha los cambios que elevan el estado de ánimo del paciente”, indica el Dr. Michael Kabar, psiquiatra y director del Instituto de Neuroestimulación de Lima (INEL), entidad que cuenta con el primer y único equipo de Estimulación Magnética en el Perú.
 
La estimulación es mágica. Los campos generados inducen cambios en la actividad de las vías neuronales, estimulando e inhibiendo la actividad en distintas partes del cerebro. Un ejemplo sencillo: si la estimulación se aplica en la corteza motora, el paciente notará que se le mueve automáticamente la mano o un dedo. Para Michael Kabar, la gran ventaja de esta tecnología es que obvia los inconvenientes producidos por los efectos colaterales de los antidepresivos y otros psicofármacos.
 
Además, es indolora ya que las ondas se aplican sin requerir el contacto directo con el cerebro y no produce somnolencia. “Es una tecnología no invasiva, no usa anestesia ni produce convulsiones. Es un tratamiento muy seguro”, señala Kabar. Según el experto, las sesiones duran en promedio unos treinta minutos. El paciente solo se sienta en un sillón y se coloca una suerte de casco de tela, donde se marcan las zonas que se deben estimular.
 
Con el tratamiento, el paciente logra regular el comportamiento, su función cardiaca, la motivación, el sueño, el estado del ánimo, además del cortisol, la llamada hormona del estrés. Y lo mejor es que disminuye la carga de antidepresivos que puede tomar. En muchos casos, el tratamiento farmacológico desaparece.
 
Cabe indicar que este equipo ya fue aprobado el 2008 por la FDA de Estados Unidos, la agencia que regula los fármacos y tratamientos médicos en este país. Además, su efectividad ya ha sido comprobada en Canadá, Israel, Australia, Japón, Brasil, Argentina y Europa. “Ya existen clínicas en el mundo dedicadas al tratamiento de la depresión con este método”, indica Kabar. Más informes en www.inelperu.com o al teléfono 446-6724.

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