La República.pe.- Un hecho vergonzoso que demuestra el descuido de las autoridades y que expone a la familia de los efectivos policiales. Y es que en el Hospital Central de la Policía se aprecia el precario estado en algunos servicios, como el uso de montacargas en lugar de ascensores, lo cual obliga que los pacientes sean trasladados como si fueran paquetes.
En un reportaje de Cuarto Poder se aprecia que las personas que deben de ser atendidos tienen que soportar un duro viaje si quieren ser atendidos, ya que no hay ningún ascensor habilitado para el público. Según lo mostrado, en el Hospital de la PNP solo hay uno operativo, aunque es exclusivo para el traslado de alimentos. Y lo más sorprendente es que este elevador no cuenta con una luna, poniendo en evidencia el precario estado del lugar.
Diez ascensores fueron adquiridos, aunque un presunto problema de tamaño de la infraestructura habría generado que no sean instalados aún. La empresa Ascensores SA –que en agosto del 2012 ganó la licitación para la entrega de nuevos ascensores- tiene en custodia dichos aparatos, esto pese a que ya recibió el 70% del pago, equivalente a 2’100,000 soles.
Los reflectores apuntan principalmente a Roberto Carlos Reynoso Peña, viceministro de Gestión del Ministerio del Interior, quien es el responsable de las adquisiciones que se realiza en dicha cartera, ya que ha dejado en descuido a los pacientes.
Además, Wilfredo Pedraza, ex ministro del Interior, fue quien prometió en setiembre del 2013 un nuevo hospital –“el mejor que alguna vez tendría la policía”- al estar al tanto de las deficiencias de los ascensores. Sin embargo, nunca se cumplió tal acción.
Vale la pena mencionar que el Ministerio del Interior emitió un comunicado al respecto y afirmó que las obras civiles para la instalación de los ascensores se realizará en los próximos días, por lo que se espera que estén operativos para la última semana de junio.
Finalmente, para agravar la situación, los montacargas también implican un gasto extra para la cartera, ya que estos son alquilados, por lo que se debe costear a nivel mensual. De esta forma, se añade a los costos de licitación, aunque este gasto no es representado en una adecuada atención a los pacientes a través de servicios en correcta funcionamiento.
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