miércoles, 7 de octubre de 2015

El adecuado balance de nutrientes ayudará a que la persona tenga un mejor rendimiento y performance, cualquiera que sea el deporte que practique.

Diario La República.-Una buena alimentación –explica María Teresa Zumarán, nutricionista de la Clínica Ricardo Palma– no solo hace posible obtener óptimos resultados durante los entrenamientos, sino que ayuda a mantener un peso normal y una condición física ideal. Además reduce el riesgo de lesiones, enfermedades, y genera la confianza necesaria de estar bien preparado para la competición.
 
“Lo que un jugador coma y beba en el día y horas previas al partido, así como durante el propio cotejo, puede influir en el resultado, ya que reduce los efectos de la fatiga y permite que los jugadores desarrollen al máximo sus habilidades y capacidades físicas”, asegura Zumarán.
 
Hay que tener en cuenta que las demandas energéticas y metabólicas de los jugadores de fútbol, durante los entrenamientos y los partidos, varían a lo largo de la temporada. Varían según los niveles de competición y según las características individuales de los jugadores. El coste de energía medio estimado para un entrenamiento o un partido en futbolistas de élite es de alrededor de 1500 kcal en hombres y 1000 kcal en mujeres. Por ello, los futbolistas deberían comer una amplia variedad de alimentos que proporcione suficientes carbohidratos como combustible.
 
De otro lado, la nutricionista Sylvia Rodríguez indica que la alimentación juega el 70%, el deporte 20%, y las horas de sueño y un entorno libre de estrés hasta un 10%. “Si el futbolista no se alimenta adecuadamente podría cansarse más rápido durante un partido, tener mayor cantidad de lesiones, sufrir de calambres y tardar más tiempo en recuperarse luego de una lesión”, asegura Rodríguez, Creadora & Editora de Healthy Pleasure.
 
Lo ideal –prosigue la especialista– es que un futbolista tenga la adecuada cantidad de proteínas en su dieta, la cual debe provenir de carnes animales tales como el pollo, pescado, pavita, res (magras); así como de los huevos y cereales andinos: quinua y cañihua. “Nunca deben descuidar su consumo de carbohidratos, estos son los que les darán la energía que necesitan durante el deporte. Estos carbohidratos deben ser de las fuentes más naturales posibles, de tubérculos como el camote, papa, yuca; de menestras y de cereales integrales como la quinua, avena, trigo, kiwicha y arroz integral”, recomienda Sylvia.
 
“Las grasas saludables también deben estar dentro de sus dietas, aquí se encuentran la palta, aceitunas, aceites vegetales como el de oliva y frutos secos (almendras, maní tostado). No deben dejar de lado las vitaminas y minerales, que se obtienen sobre todo de las frutas y verduras. Finalmente, el consumo de agua es vital, debido a las pérdidas que se tienen por el sudor. Deben asegurarse de consumir más de 2 litros de agua al día”, recomienda Sylvia”.
 

Claves

Antes. La dieta antes de la competencia ha de ser una comida de fácil digestión, con alto contenido en hidratos de carbono y tres o cuatro horas antes del partido.
 
Hidratación. Debe darse antes de la competencia (para poder partir de un nivel de hidratación adecuado), durante la competencia (para prevenir la deshidratación) y después de la competencia (para reponer líquidos y electrolitos perdidos por la el sudor).

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