miércoles, 1 de noviembre de 2017

A propósito de los constantes casos de violación en el Perú


Por : Karina Garay 

Agencia Andina.- No todos los hombres que se convierten en violadores tienen una personalidad psicopática o son psicópatas, sino que algunos evidencian una inmadurez emocional tal que no pueden evitar cometer estos delitos, advirtieron expertos en salud mental.

El director nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud, el psiquiatra Yuri Cutipé, hizo esta afirmación a propósito de los constantes casos de violación cometidos contra mujeres de todas las edades en el Perú, especialmente menores de edad, como la pequeña de dos meses violada por su propio padre en Huaraz.

“Los psicópatas tienen una forma de ser que es perversa, eso es muy distinto a quienes sufren de una enfermedad mental como la psicosis o esquizofrenia. El psicópata tiene un historial de problemas de conducta, de falta de empatía, cometen actos contra la ley, siempre hacen daño a las personas”, explicó a la Agencia Andina.

Dijo que, si bien algunos casos de violación pueden ser protagonizados por psicópatas, existe otro grupo de riesgo compuesto por personas inmaduras que tienden al placer y no tiene la capacidad de controlar sus impulsos y deseos básicos.

“Son personas que parecen tener una edad emocional mucho menor a su edad cronológica, pese a tener una inteligencia propia del adulto. Emocionalmente son como niños. Sus conductas dependen mucho de su satisfacción, del placer más que de la razón”, detalló.

No hay control de impulsos


El experto explicó que el proceso de control de los impulsos o deseos espontáneos empieza desde que estamos en el útero de la madre y culmina alrededor de los 5 a 7 años, después de haber incorporado diversos patrones de conducta que ponen límites a nuestros actos de espontaneidad.

“Sabemos que los niños o niñas aprenden a controlar sus deseos de orinar, defecar, comer entre los 5 y 7 años. Aprenden modos de controlar sus deseos, así como estrategias para saber cuándo esas necesidades pueden ser atendidas”, dijo.

Sin embargo, agregó, existen otras personas que “alargan ese proceso de aprendizaje. Llegan a la adultez, pero no tienen la edad emocional para contener esa espontaneidad, la cual está facilitada (especialmente en lo sexual) dependiendo de las creencias que posee”.

El psiquiatra refirió que entre las creencias irracionales de estos sujetos -que pueden dar sustento a la satisfacción de sus instintos- está la idea de que los padres son propietarios de los hijos, supuesto que explica además por qué muchos progenitores agreden físicamente a los menores.



“La sociedad (constituida por otros adultos que piensan de forma similar) les facilita, les ha dado permiso para hacer eso y (ellos) se lo creen”, indicó.

¿Cómo son?


La máxima autoridad de salud mental del Minsa comentó que este tipo de personalidades inmaduras “tienden a buscar siempre lo fácil, a no asumir retos acordes a su edad, sino que más bien los evaden”.

Indicó que son personas que fácilmente se ven inmiscuidas en problemas de consumo de sustancias porque buscan siempre las sensaciones de placer fácil y, si están en relaciones de pareja, fácilmente se frustran y la cambian de forma constante.

Finalmente, el experto alertó que muchas de las creencias absurdas con las que conviven estas personas y que facilitan su accionar de agresión sexual se basan en el machismo.

“Hay un machismo que es escandaloso (el que sale en los medios de comunicación), pero también existe un machismo cotidiano que es el que finalmente termina reforzando la idea de que, si un varón desea una mujer, puede tomarla como si fuera una cosa. Ese machismo cotidiano es el que no estamos enfrentando y es donde debemos trabajar, porque es la base de los crímenes que ahora lamentamos”, subrayó.

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