Maritza Llanos V.
Diario El Popular.- Muchas veces los padres tienen la idea equivocada de que los problemas visuales como la miopía, astigmatismo, hipermetropía, lagrimeo, entre otros, solo afectan a los adultos.
A los niños también los perjudica, pero si son detectados a una temprana edad pueden superarlos y seguir con su vida normal. Para eso es necesario que se realice un chequeo visual.
¿Cómo me doy cuenta?
Según Walter Benites, cirujano del Centro Oftalmológico Oculaser, las señales que nos alertan de algún problema visual en nuestros hijos son:
– Dolor de cabeza al salir del colegio o luego de estar frente a la PC o televisor.
– Ojos irritados después de hacer sus tareas o leer, incluso siente comezón.
– Inclina la cabeza para ver mejor o frunce el ceño.
– Lagrimea a cada rato y parpadea demasiado.
EL CHEQUEO VISUAL
“Lo ideal es que el primer chequeo de la vista se realice al primer mes de vida, así descartaremos o podremos corregir a tiempo problemas oculares severos y/o malformaciones congénitas”, sostuvo el especialista.
Si todo está bien, la visita al oftalmólogo debe ser cada dos años hasta los 14 años, pasada esa edad debe ser anual o a penas se tenga alguna molestia.
¿Cómo cuidar su vista?
– No debe acercarse demasiado a la pantalla del televisor o computadora.
– No debe tener la mirada fija sin parpadear en un solo objeto por mucho tiempo, dile que relaje la vista mirando hacia otros lados.
– Ilumina los ambientes donde hace sus tareas, leer o escribir en oscuridad hace que fuerce la vista ocasionándole lagrimeo y dolor.
– Incluye en su dieta alimentos con alto contenido de vitamina A como zanahorias, espinacas, tomate, hígado, verduras y lácteos.
No olvides que solo un examen visual puede determinar qué tratamiento necesita tu hijo para corregir un problema visual.
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